«Yo no tengo a nadie detenido sin causa a disposición del Ejecutivo”. Con esa frase, el presidente Alberto Fernández intentó terminar con la polémica pública que se desató dentro del gobierno nacional sobre si hay o no presos políticos, en relación a la dirigente social Milagro Sala o el ex ministro Julio De Vido.
El presidente pidió «prudencia» en la discusión sobre la condición de ex funcionarios detenidos por presuntos hechos de corrupción y afirmó que, en la Argentina, no hay «nadie detenido sin causa a disposición del Poder Ejecutivo», condición necesaria para que alguien sea definido como «preso político».
“Se trata de una discusión semántica, que no es menor, porque el preso político es el preso sin causa que está a disposición del Poder Ejecutivo y yo no tengo a nadie sin causa; a mí me molesta porque no los tengo», aclaró en diálogo con radio Continental.
“Tenemos que ser prudentes porque alguien puede llegar a pensar que nuestro gobierno está deteniendo gente sin causa”, advirtió y agregó: “Hay que decirles a los compañeros que no sean tontos. Lo que quieren es hacernos pelear entre nosotros, dividirnos. Todos sabemos lo que hizo la Justicia y el primero que lo hizo fue Alberto Fernández”.
La discusión sobre los presos políticos creció la semana pasada, cuando el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sostuvo que no hay en el país presos políticos sino detenciones arbitrarias en casos como los de De Vido y Milagro Sala.
«No tengo ninguna duda que Milagro Sala es una presa política. Sucede que no existe en ningún lado, ni en el Código Penal, la definición de qué es un preso político. En cada época hay quienes entienden que es una cosa y otros que entienden otra. En la dictadura hubo muchos detenidos con procesos judiciales y nadie dudó en llamarlos presos políticos. Y efectivamente, en los últimos 5, 6 o 7 años, en toda Latinoamérica hubo y sigue habiendo presos políticos”, sostuvo en respuesta Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, quien fue abogada de la dirigente social jujeña.
Al debate se sumaron luego el canciller Felipe Solá, quien respaldó los dichos de Cafiero. «Hay casos de encarcelamiento que no se justifican jurídicamente y que están ligados a figuras que tienen relieve político. Eso no quiere decir que haya presos políticos”, dijo Solá. Y agregó: “Preso político es tomar a un opositor y meterlo preso para que no hable y sacarlo del juego».
“Si hay políticos presos y se usa la Justicia para ponerlos presos, lo correcto es llamarlos presos políticos”, dijo Axel Kicillof en una entrevista con Perfil.
En ese sentido se refirió a la causa en la que fue investigado por el juez Claudio Bonadio conocida como Dólar Futuro. “No encontré a ninguna persona, especialista en finanzas, en derecho, en periodismo, que me diga que lo que hice es un delito. Pero me imputó, no tomó nada de lo que dije. No leyó nada, impartió sentencia y nos elevó a juicio oral. Eso es una Justicia utilizada políticamente. Y viene luego de tapas y tapas de los diarios contra Cristina, contra mí, contra todos”, concluyó.