La pandemia no impidió que Alberto Santillán participe de los actos que protagoniza cada 26 de junio. Han pasado 18 años del asesinato de su hijo, Darío, y de Maximiiano Kosteki durante la represión que ordenó el entonces presidente Eduardo Duhalde, pero continúa investigando y buscando testimonios para avanzar en la investigación judicial que indaga la responsabilidad política en la ejecución del operativo conjunto, que también dejó 33 heridos de bala de distinta gravedad y más de 600 detenidos. Poco antes de partir hacia una nueva movilización en el Puente Pueyrredón, dialogó con Tiempo Argentino.
Cuenta que le escribió una carta al presidente Alberto Fernández apenas asumió, para que lo recibiera, pero dice que perdió las expectativas cuando nombró a dos de los señalados por la planificación del operativo: el actual canciller Felipe Solá y el titular de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Aníbal Fernández. La causa judicial fue abierta el 1° de julio de 2002, a partir de un escrito presentado por Mabel Ruiz, madre de Maximiliano, que falleció pocos años después. La lista de acusados por la planificación incluye a el ex presidente Duhalde y a Solá como ex gobernador, además de los exfuncionarios Juan José Alvarez, Carlos Soria, Carlos Ruckauf, Alfredo Atanasof, Oscar Rodríguez, Jorge Matzkin y Luis Genoud, de estrecho vínculo con Solá, que pasó del Ministerio de Seguridad bonaerense y luego integró la corte provincial. El caso sigue en manos del juez Ariel Lijo y Santillán trabaja para que el magistrado lo saque de su letargo. Considera que existen archivos secretos en la AFI y en las fuerzas federales sobre el operativo, pero duda que el presidente decida revelarlos.
-Cuando el presidente Alberto Fernández anunció la intervención de la AFI y habló de la desclasificación de documentos vinculados al atentado a la AMIA, ¿pensó en reclamarle la apertura de los archivos vinculados al 26 de junio?
-Me cuesta creer que abra todos los archivos, porque Néstor Kirchner nos propuso crear una comisión investigadora sobre la masacre, pero la condición era que nos bajáramos del puente. Ningún político tuvo la voluntad de investigar lo que pasó y si bien este Presidente promete cambiar la AFI con la intervención, me pregunto hasta dónde llegará. Me lo pregunto como padre de Darío.
-El presidente fue jefe de Gabinete cuando Néstor Kirchner lo recibió a Usted en la Casa Rosada. ¿Cree que al Presidente no le interesa el tema?
-Siento que quiere hacer cosas distintas, porque en este caso, ¿qué se puede llegar a saber, si al mismo tiempo tiene a Felipe Solá como canciller, a Aníbal Fernández al frente de Yacimientos Carboníferos Rio Turbio y a Eduardo Duhalde como fuente de consulta. El primero fue gobernador durante el asesinato de mi hijo y de Maxi, el segundo secretario del tercero que ejercía la presidencia provisional. ¿Cómo hago para creer que el Presidente podría buscar saber algo de lo que hay en la AFI sobre la masacre? Creo que es es imposible que se anime a investigar o a revelar algo que involucre a parte de su administración.
-¿Considera que hay archivos secretos sobre la masacre?
-Hay elementos para suponerlo, porque en la masacre estuvieron todas las fuerzas federales y estuvo probado que hubo una planificación previa en las que participaron ellos. Pero nunca se abrió ningún archivo secreto de las fuerzas que intervinieron en la represión.
¿Y de la ex SIDE?
-Lo único que nos dieron fueron recortes de diarios y nada relevante. No había voluntad política y en la Justicia, si no hay voluntad política, no funciona. Con Fernández no me quiero comer otro sapo como me pasó con Néstor Kirchner. No creo que quieran abrir nada. Todos los muertos son importantes y nadie tiene que morir a manos de otro, pero hace 18 años que estamos denunciando. Hoy se cumplen 18 años de que mataron a mi hijo y nunca hicieron nada para investigar. Reivindico la lucha en las calles para exigir justicia, pero también hemos trabajado mucho en la investigación. Lo hemos hecho nosotros, hemos trabajado e insistido ante el juez y el fiscal. Hemos presentado distintos testimonios que conducen a la responsabilidad política y no han movido un dedo.
¿A qué testimonios se refiere?
-El entonces intendente Oscar Laborde declaró, contó las presiones del entonces ministro de Seguridad, Juan José Álvarez. También fue Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que contó que ese día le pidió explicaciones a Solá
-¿Qué le dijo?
-Que no se preocupara, que se estaban matando entre ellos. Hay elementos para que la Justicia llame a declarar a Solá y que explique todo lo que supo cuando fue gobernador. Pero además de la inacción de Lijo, ya cambiaron cuatro fiscales. Hubo avances hasta cierto momento y después el caso no siguió avanzando.
-¿Por qué dice que sin voluntad política la Justicia no avanza?
-Porque en el caso del Ministerio Público Fiscal, hubo avances por la voluntad política de la entonces procuradora Alejandra Gils Carbó. Hasta 2015 la Procuración contra la Violencia Institucional (PROCUVIN) avanzó. Después no, y ahora está la fiscal Paloma Ochoa pero si bien ella tiene la voluntad para avanzar, también depende de los que tiene arriba. Esto pasa hace 18 años, somos querellantes y terminamos investigando más que la Justicia. Hubo compromisos para avanzar con una serie de testimoniales, vi a los jóvenes fiscales muy comprometidos, pero no pudieron dar pasos hacia adentro del organismo para seguir avanzando.
-¿Cómo seguirá la investigación para Usted?
-Buscamos avanzar todo el tiempo. Llevamos esta lucha con orgullo y amor, seguimos escarbando e insistiendo para aportar más pruebas para la causa. Así logramos las condenas para el cabo Alejandro Acosta y el comisario Alfredo Fanchiotti porque la Justicia no tenía ganas de declararlos culpables. Tenemos una muy buena abogada y compañeros de fierro. Hay gente que tiene voluntad de declarar y que acerca información. También tenemos a un político que puede declarar. No vamos a parar hasta conseguir meterlos presos.
-¿Cómo continuará con este reclamo?
-Recibimos un acompañamiento muy fuerte. Lo vivo en las barriadas más humildes que visito. En cada lugar donde hay un frente con el nombre de mi hijo, hay algo nuevo, me ofrecen lo que no tienen y se muestran orgullosos de lo que hacen. Nosotros vamos a insistir en el reclamo de Justicia con esa fuerza.
-¿Por qué cree que la Masacre de Avellaneda fue tan negada por el kirchnerismo?
-No sólo ha sido negada por el kirchnerismo, aunque esa represión fue la que luego desembocó en un adelantamiento de las elecciones y todo lo que vino después. También ha sido negada por toda la clase política, por eso es tan importante cada movilización en el puente. Lo importante es que parte de esta sociedad nos acompañó en esta lucha, sabiendo que Duhalde y Solá dieron la orden. Sabemos que se cuidan entre ellos.
-¿De qué modo?
-Los que estuvieron involucrados siempre tuvieron cargos importantes. Por eso sostengo que no hay voluntad política. Hemos golpeado muchas puertas. En algún momento vamos a tener a alguno de esos políticos presos.
-¿Buscó hablar con el presidente Fernández?
-Poco después de que asumió le mandé una carta para que me reciba. Mi intención era hablar con él. Esperé, pero después nombró a Solá, después lo revivió a Aníbal Fernández. Cómo padre de Darío, qué le puedo decir? Me parece que el Presidente es un tipo respetuoso, pero le preguntaría como tiene a semejantes cómplices del asesinato de mi hijo si quiere cambiar algo.
-¿Qué le escribió?
-Era un pedido con formalidad, para ver si podía colaborar con la investigación. Le expliqué que se iban a cumplir 18 años reclamando Justicia y que sólo había recibido palabras que quedaron en el vacío.
-¿Qué les diría a aquellos que estuvieron involucrados en esos días y podrían aportar datos a la Justicia?
-Creo que lo que pesa en la conciencia de ellos, es que saben lo que realmente pasó. Hemos presentado testigos y vamos a seguir presentándolos. Aquél que quiera tener la conciencia más limpia, que cuenten lo que realmente saben. Que sepan también que Darío y Maxi tenían muchísimo para dar y les cortaron en la plenitud de sus vidas. Si alguien quiere tener la conciencia un poco más tranquila que se acerque y nos diga todo lo que sepa.
-¿Qué destaca de los eventos organizados a pesar de la cuarentena?
-Estuve este 25 en la tarde, como hacemos todos los años.Rescato mucho esas tardes en la Estación de Avellaneda, los encuentros que se realizan. Esta vez fue muy valioso todo el esfuerzo que hicieron para estar distintos artistas como Jorge Fandermolle y Raly Barrionuevo
-¿Qué recuerdos tiene de Mabel Ruiz, la mamá de Maxi?
-Me acuerdo que cuando pasó todo ella estaba sola y yo soy viudo. Pero nos acercó el dolor de perder a nuestros hijos. Cuando tomábamos un café y lamentábamos todo lo que estaba pasando, ella me decía que tuviéramos fe. Pero cuando ves que tu hijo no vuelve más eso cambia. Ella se fue transformando en una gran luchadora Siento mucho su pérdida y éramos muy compañeros. Maxi murió en los brazos de mi hijo y ella murió en el hospital donde trabajo como enfermero. Qué bueno traerla en este momento, porque siempre fue una persona muy comprometida.