El presidente Alberto Fernández recibió este martes al gobernador bonaerense Axel Kicillof luego de la escalada de tensión que se vivió entre la Casa Rosada y la provincia por la definición de presos políticos y la seguridad.
El jefe de Estado recibió al gobernador en su despacho. De la reunión también participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo De Pedro.
El encuentro se produjo en medio de la tensión que generó el debate por los presos políticos y la disputa por las fuerzas de seguridad en la provincia.
El ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, pidió a la ministra Sabina Frederic, que retire los 7 mil efectivos de seguridad federales que se encuentran en la provincia en una dura carta en la que cuestionó la inacción y falta de conducción por parte de la gestión nacional.
«La presencia de las fuerzas federales en esta jurisdicción sin una conducción clara no solo resulta estéril, sino que agrava y complejiza la operatividad diaria”, cuestionó Berni y señaló que “ante la escalada delictiva que sufre esta provincia en los últimos meses, la única respuesta recibida hasta ahora es más burocracia».
A eso se suma que este lunes el propio presidente salió a marcar posición en el debate que se produjo entre funcionarios sobre si hay o no presos políticos en Argentina.
«Yo no tengo a nadie detenido sin causa a disposición del Ejecutivo”, sostuvo Alberto Fernández, muy molesto por la escalada de la discusión entre sus ministros de si hay presos políticos o detenciones arbitrarias en casos como los de De Vido y Milagro Sala.
“Si hay políticos presos y se usa la Justicia para ponerlos presos, lo correcto es llamarlos presos políticos”, fue la postura de Kicillof en una entrevista con Perfil.