El presidente Alberto Fernández dijo este martes que «Argentina debe seguir creciendo» y afirmó que, a pesar de ser un país «golpeado» por «la pandemia, la deuda, la guerra» y por «los disparates que escriben los medios», el Gobierno está «convencido» de lo que está haciendo.
«Nos han golpeado la pandemia, la deuda, la guerra y nos golpean todos los días los disparates que escriben en los medios», dijo este mediodía el jefe de Estado al encabezar un acto en el partido bonaerense de Hurlingham, pero remarcó: «Nadie nos hace ceder, estamos muy convencidos de lo que estamos haciendo».
Acompañado por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; la presidenta de AySA, Malena Galmarini; y el intendente local y exministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, el mandatario inauguró un nuevo módulo de una planta depuradora y realizó un discurso centrado en la importancia del Estado en la obra pública, la creación de empleo y el estímulo económico.
«En esta Argentina que viene de pasar esos cuatro años (del Gobierno de Cambiemos), que nos dejaron endeudada, que vivió la pandemia, que como todo el mundo soporta esta guerra tan nociva, la verdad, tenemos mucha fuerza, mucha garra para salir adelante», dijo y contó: «Esta mañana hablábamos con Sergio (Massa) y le decía: no debemos parar el crecimiento, tenemos que ver cómo ordenamos las cuentas públicas, pero no paremos el crecimiento».
En ese mismo sentido, y luego de elogiar el trabajo de Katopodis y de Galmarini, dijo que «en la historia de la Argentina no hubo 5.000 obras en ejecución como en este momento» y recordó que en cada uno de esos lugares hay «puestos de trabajo que se crean».
En esa línea, recordó que cuando asumió el Gobierno el 70 por ciento de obras estaban «paradas» y había «40 mil millones de pesos de deuda».
Y añadió que el gremio de la construcción tenía 220 mil trabajadores activos en 2019 y los ha multiplicado por dos.
Siguiendo con los ejemplos, el mandatario señaló que el gremio de gastronómicos «recuperó los trabajadores de antes de la pandemia y los aumentó en 70 mil».
Fernández, que ayer anunció el pago de un bono en dos cuotas para sectores vulnerables, dedicó un párrafo para elogiar al exministro Zabaleta y, en referencia a los «compañeros» de la economía popular, dijo: «Todos los días trabajamos para que ellos sigan trabajando pero que, en lo posible entren en la economía formal y tengan los derechos».
Galmarini, por su parte, señaló que el módulo este martes inaugurado formaba parte de más de 100 obras de saneamiento que «estaban paradas» cuándo asumió frente a la empresa.
«Gracias a la vocación política del Gobierno de Alberto y Cristina, esa situación de desfinanciamiento descomunal en el sector de aguas y cloacas, dejó de ser así y pasó a ser uno de los que más financiamiento tiene», subrayó la funcionaria.
A su turno, Zabaleta dijo que la administración ejercida por el Frente de Todos (FdT) «vino a invertir en políticas públicas y sociales».
«Este es un Gobierno que, a pesar de las dificultades, no le sacó ni un derecho a los argentinos», agregó el exministro de Desarrollo Social.
La Planta Depuradora Hurlingham se puso en funcionamiento con un módulo nuevo de lodos activados de mediana carga, con un caudal nominal de 0,9 m³/s.
Actualmente, recibe residuos cloacales de 150.000 personas de la región, que tras la inauguración del nuevo módulo aumentará a 450.000.
La iniciativa beneficia a los partidos de Hurlingham, Ituzaingó, Morón, San Martín y Tres de Febrero.
El tratamiento de los líquidos pasará por una cámara de carga, desarenación, decantación primaria y una etapa biológica (tanques de aireación y clarificadores), se informó oficialmente.
Desde allí, son vertidos en el Arroyo Morón que desemboca en el Río Reconquista.