El presidente Alberto Fernández criticó de manera dura al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, al gobernador Cordobés Juan Schiaretti y a su par mendocino Rodolfo Suárez por volver a la presencialidad en las clases de la primaria. “Están jugando con fuego”, dijo esta mañana el presidente Alberto Fernández, en clara disconformidad con las decisiones tomadas. “Me tenía que poner a discutir con esas provincias. El riesgo es muy grande”, agregó el mandatario.

Fernández evaluó el último decreto que restringió fuertemente la circulación y la actividad a lo largo del país durante nueve días. “Cuando tomamos medidas de esta naturaleza tenemos que esperar 15 días para saber exactamente el éxito o no de la medida. Entiendo que los casos a partir de esta semana deberían empezar a bajar como consecuencia de la primera medida que tomamos, aquella que disponía que el cierre de la circulación se cortaba alas 20. Y los efectos de este confinamiento los vamos a ver en dos semanas, pero entiendo que poco a poco deberían bajar los casos”, dijo en una entrevista en radio 990.

“Advierto que la situación no es simple y con esto solo no se arregla, es necesario seguir sosteniendo al máximo la menor circulación posible, tratar de que la gente circule lo menos posible por las calles. Pasamos ahora a una etapa más accesible, pero ese confinamiento menor no quiere decir que las cosas estén bien, quiere decir que hay que seguir cuidándose, evitar la circulación y evitar el contacto o la cercanía entre la gente porque estamos viendo que es un virus que mutó su cepa y que ataca gente entre 40 y 70 años”, dijo el mandatario.

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“Cuando tomamos medidas de esta naturaleza tenemos que esperar quince días para ver el resultado; yo entiendo que los casos a partir de esta semana razonablemente deberían empezar a bajar como consecuencia de la primera medida que tomamos, respecto al cierre de circulación nocturna… los efectos de esa medida la vamos a ver mañana; y los del confinamiento en dos semanas”.

“De cualquier modo, la situación no es simple y con esto solo no se arregla: es necesario seguir sosteniendo la menor circulación posible”.

“Lo que siento es que efectivamente terminaron nueve días de confinamiento estricto, pero que eso no quiere decir que las cosas estén bien; hay que seguir cuidándose, porque lo que vemos es que el virus ha mutado, que ahora ataca gente de entre cuarenta y cincuenta años, y que tiene efectos letales sobre grupos etarios que el año pasado no eran tan afectados, como las embarazadas… hay que entender que el riesgo perdura y que una semana de confinamiento no arregla el problema”.