El presidente electo, Alberto Fernández, y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, hablaron por teléfono por primera vez sobre el cumplimiento de los pagos del préstamo. El futuro mandatario argentino le repondió: “Vamos a proponer un plan económico sostenible y un acuerdo de pago que podamos cumplir, pero sin más ajuste”.
El llamado estaba pautado para este martes por la tarde, duró 10 minutos, y estuvieron presentes Alberto F, su jefe de prensa Juan Pablo Biondi y los economistas Cecilia Todesca y Matías Kulfas. Según comunicaron luego, el objetivo del futuro gobierno argentino es que la Argentina pueda cumplir y que le permita recuperar el crecimiento para poder honrar sus deudas. “Hemos elaborado un plan sustentable que nos va a permitir crecer y cumplir con las obligaciones que la Argentina tiene con ustedes y con el resto de los acreedores. Estamos asumiendo un compromiso que podamos cumplir”, dijo Fernández durante la conversación telefónica.
Luego de las declaraciones que hizo Georgieva a la agencia Bloomberg, especializada en temas económico financieros, en donde advirtió sobre la viabilidad fiscal del futuro plan económico, Fernández subrayó: “Entiendo la relevancia de la viabilidad fiscal, no me tiene que convencer de eso. Pero es mi deber anticiparle que en la situación en la que se encuentra la economía argentina es difícil propiciar un mayor ajuste. No podemos hacer más ajustes fiscales porque la situación es de una complejidad enorme, el nivel de ajustes en la era de Macri ha sido tremendo”.
Según comunicaron desde el equipo de Fernández, Georgieva la flamante titular del organismo sostuvo: “Me han conmovido sus prioridades: la reducción de la pobreza y la lucha contra el hambre en un entorno económico que permita crecer y generar empleo, para mejorar la vida del pueblo argentino. Veo que usted enfatiza el crecimiento, la generación de empleos y mejorar las vidas del pueblo argentino”. “Es una misión que compartimos, quisiéramos ver a la Argentina dejando atrás los ciclos de auge y recesión para lograr una trayectoria sostenible de crecimiento con desarrollo social”, completó Giorgieva y agregó: “También nos interesa la propuesta que usted ha hecho en torno a un Pacto Social para disminuir la inflación”.
El presidente electo le reiteró que la Argentina está “en un momento particularmente difícil” e insistió en que “estamos en condiciones de proponer un plan para resolver el problema de la Argentina y poder pagar la deuda con el FMI y el resto de los acreedores”.
Además, Fernández valoró el llamado de la titular del organismo de crédito internacional y “celebró las coincidencias” en torno a la prioridad respecto a la “disminución de la pobreza y la eliminación del hambre”. Giorgieva afirmó: “Queremos trabajar con usted atacando el problema de la inflación y promoviendo el crecimiento” y se mostró “muy ansiosa de conocer más detalles de su plan (de gobierno), porque cuando un país es dueño de su plan, esos planes son efectivos”.
“Contamos con su liderazgo y el de su equipo, pongamos manos a la orden para ir avanzando. Estoy segura que trabajaremos juntos”, dijo Giorgieva antes de despedirse. «Seguramente volverán a hablar pronto», señalaron fuentes del Frente de Todos. Es que Fernández y Georgieva enfrentan la misión de renegociar un acuerdo del que ninguno formó parte al momento de su firma. Quiénes acordaron el préstamo y sus condiciones fueron el presidente saliente Mauricio Macri y la ex titular del Fondo, Christine Lagarde.
Alberto y el FMI
El vínculo con el FMI y Fernández comenzó de manera tensa cuando todavía era candidato y criticó la liviandad con que se le había otorgado créditos al país durante la administración Macri. A fines de agosto sostuvo: “Quienes han generado esta crisis, el gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina. Para ello deberían arbitrar todos y cada uno de los medios y las políticas necesarias”.
Pero, en medio de las tensiones con el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo garantizó el desembolso de 6000 millones de dólares con adecuación a las prioridades que demande el país. El 7 de noviembre, Fernández se encontró con el titular del BID, Luis Alberto Moreno, quien le transmitió que apoyará las “áreas tradicionales” y las prioridades que establezca “el nuevo gobierno”.
Alberto también se reunió con la titular del Banco Santander, Ana Botín, quien anunció créditos por 500 millones de dólares para exportación. La banquera ya se había cruzado con Fernández Botín, durante su gira por España y Portugal antes de las elecciones generales.
Asimismo, el miércoles pasado recibió al presidente ejecutivo de FONPLATA-Banco de Desarrollo -integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay-, Juan Notaro, quien se comprometió con Fernández a profundizar el apoyo a los 24 proyectos vigentes que implican más de U$s600 millones, y que se concentran en áreas de fronteras, salud, infraestructura vial, portuaria y social en las provincias del NEA, NOA y Buenos Aires. También se conversó sobre un nuevo programa de financiamiento que contemple las prioridades que establecerá el nuevo gobierno, que podría ampliar el actual en u$s1.000 millones.
Este martes, antes de hablar con la flamante directora del Fondo, Alberto recibió en sus oficinas a los directivos de la ex Corporación Andina de Fomento, hoy denominada Banco de Desarrollo de América Latina, que financia proyectos de los sectores público y privado. La inversión será en programas y proyectos en áreas como infraestructura (corredores logísticos, transporte urbano y tics) y energía; para el manejo de recursos hídricos (cloacas, acueductos, riego, mitigación de inundaciones); en temas de educación; apoyo al programa de ciudades con futuro (intervención integral en villas) y para el sector privado vinculado a pymes exportadoras (por ej. para impulsar a las pymes proveedoras de empresas en Vaca Muerta).