La abogada querellante Guadalupe Godoy afirmó que el represor Miguel Etchecolaz «sigue cometiendo delitos dentro de la cárcel», al repudiar la posibilidad de que reciba arresto domiciliario y recordar que mientras se desarrollaba el juicio que lo condenó a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, se produjo la desaparición de Jorge Julio López, testigo que lo acusó de ser su torturador cuando sufrió el primer secuestro en 1976. «Etchecolatz no es cualquier genocida detenido y todo el poder judicial es consciente de eso», aseguró la abogada querellante que representó a López en el juicio que se desarrolló en 2006 y que condenó a prisión perpetua a Etchecolatz, ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense y mano derecha del genocida Ramón Camps.
El viernes, la justicia federal de La Plata concedió el arresto domiciliario a Miguel Etchecolatz en dos pedidos presentados por la defensa, quedando pendiente la causa en la que cumple prisión preventiva por crímenes cometidos en la Brigada de San Justo. «La mayoría de los imputados en causas por crímenes de lesa humanidad son subordinados de él», remarcó la abogada al referirse a los efectivos de la policía bonaerense que continúan en funciones desde que el represor estaba a cargo de la policía bonaerense durante 1976 y 1977. Godoy recordó también que la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel «Chicha» Chorobik de Mariani, «no sabe dónde está su nieta Clara Anahí» porque en el juicio que condenó a Etchecolatz por el asesinato de su nuera «cambiaba permanentemente su testimonio. Tampoco sabemos nada de Jorge Julio López y no sabemos qué rol tuvo en su desaparición», disparó la abogada de juicios de lesa humanidad al recordar que desde el 16 de septiembre de 2006 cuando el albañil testigo salió de su casa de La Plata para asistir a los alegatos del juicio, fue secuestrado y desaparecido.
Mientras cumplía prisión en el Penal de Marcos Paz, Etchecolatz también fue denunciado por el presidente del Tribunal Oral en los Criminal Federal 1 de La Plata, Carlos Rozanski, en 2015 y 2016 por «intimidaciones y amenazas» recibidas telefónicamente, por correo y por medio de carteles pegados en la sede del tribunal que preside con leyendas como: «24 de Marzo. Día de la venganza terrorista. Vanguardia Nacionalista escuadra La Plata».