Tiempo Argentino es el primer medio de comunicación que fue invitado a integrar el Crossings Institute de la Unesco, una institución desarrollada por la ONU y la Universidad de Oregon para promover una cobertura informativa de calidad en situaciones de conflicto. Nuestro diario cooperativo fue elegido por su compromiso con la libertad de expresión y los Derechos Humanos.
Este tipo de periodismo, hemos aprendido en los últimos seis meses, sólo puede ser hecho con plena libertad desde la autogestión y con la seguridad que da la independencia de los poderes políticos y económicos. Por eso desde la cooperativa trabajaremos para que la alianza de la que hoy formamos parte crezca entre los medios autogestionados del país y la región. Sin ellos, que todavía nos marcan el camino, no hubiera sido posible. Sin ustedes, que apuestan por esta forma de ejercer el oficio, tampoco.
Confiamos en que este aval será no sólo significativo para Tiempo, sino para todos los periodistas que realizan su trabajo con compromiso y bajo grandes presiones. Creemos que este apoyo debe leerse también como un mensaje de la comunidad internacional a todos los gobiernos, poderes visibles y subterráneos, que vulneran la libertad de expresión. Para que ataques como los que sufrió nuestro diario, tristemente habituales en otras latitudes y aquí en otras épocas, no vuelvan a repetirse.
La invitación a Tiempo ocurrió durante una visita de la cooperativa a la Universidad de Oregon, una de las más prestigiosas de Estados Unidos. Su Escuela de Periodismo, una centenaria institución cuna de 14 premios Pulitzer, se interesó en nuestra experiencia y, sobre todo, en nuestros proyectos a futuro. Las charlas para las que fuimos convocados hicieron eje en la transformación de las redacciones ante el advenimiento de la era digital y en la forma de hacer periodismo ante la desprotección del Estado. Nadie en los distintos auditorios en los que nos presentamos en la otra punta del continente desconocía el salvaje y aún impune hecho de violencia que sufrimos el pasado 4 de julio (paradójicamente día de la independencia en Estados Unidos).
¿Cómo funciona un medio administrado por una cooperativa? ¿Creen que es posible desarrollar algo similar en Estados Unidos? ¿Cómo hacen para tener casi dos minutos de lectura promedio en las notas publicadas en la web? ¿Por qué piensan que hay tanto público juvenil que se asoció y compra el diario? Las inquietudes de los estudiantes y de los panelistas de otros medios de comunicación locales dieron cuenta de lo atípico del emprendimiento de Tiempo y pusieron en perspectiva lo que estamos realizando. Algo inimaginable hace poco más de seis meses.
Entonces hablar de Tiempo Argentino era hacerlo en pasado. El viejo diario publicado por el Grupo 23 había impreso su última edición el 5 de febrero y sus trabajadores, organizados, exigíamos que Matías Garfunkel y Sergio Szpolski pagaran lo que debían. Cortábamos calles y la Avenida 9 de julio; íbamos al Ministerio de Trabajo y a la Casa Rosada; pero nada pasaba. Al vaciamiento empresario lo acompañaba la complicidad política y también la judicial (algo que no cambió hasta el día de hoy).
La falta de respuesta institucional, sin embargo, contrastaba con la reacción de los lectores que nos acompañaban en todas las actividades culturales, festivales pequeños y otros multitudinarios (como aquel inolvidable de Parque Centenario) que nos dieron la pauta de que lo más importante no nos lo habían podido arrebatar. Los 30 mil ejemplares agotados de la edición especial del 24 de marzo nos confirmaron que no era mera simpatía, sino un reconocimiento profesional que nos recargó de energía para encarar el armado de la cooperativa.
Luego sobrevinieron las decisiones: sacar un diario impreso semanal los domingos y trabajar para editar una versión digital de lunes a sábado; la invención de una estructura administrativa para sostenerlo y el desarrollo de un nuevo modelo de negocio inédito en la historia de la prensa argentina. Los diarios agotados en los kioskos, una Web que rápidamente se introdujo en el ranking de las más visitadas del país y las notas que marcaron la agenda de noticias.
Todo un recorrido que el próximo miércoles también será reconocido con el Premio Democracia al periodismo gráfico, un lauro que valora la calidad profesional y la contribución al fortalecimiento democrático para el que fuimos votados por miles de personas en la página del Centro Cultural Caras y Caretas. La historia ya es conocida, pero vale la pena repasarla para cobrar dimensión de lo que estamos haciendo. Hoy, seis meses después, Tiempo habla en presente y hace planes a futuro.