Sugestivamente, o no tanto, a sólo dos semanas del nuevo clásico ante Boca, por una semifinal de la Copa Libertadores, se produjo un nuevo suceso grave con la barrabrava de River que, según las autoridades, podría haber derivado en “una tragedia”.
Hace un tiempo, los organismos de seguridad deportiva habían detectado que en cualquier momento podría haber un violento choque entre facciones internas de la barra de River. Y efectivamente, ayer, antes del partido por la Copa Argentina frente a Godoy Cruz, se filtró la información de que los hinchas violentos se iban a cruzar en las inmediaciones de la cancha de Lanús, donde se realizó el partido. Los informes previos decían que un grupo de la “barra de Budge” (Lomas de Zamora), sector que pisa fuerte en la interna de los Borrachos del Tablón, la facción que copa actualmente a la hinchada, pretendía emboscar a la Banda del Oeste, histórico sector disidente, que pretende retornar al liderazgo de los seguidores “millonarios” y que eligió volver al centro de la escena anoche, ya que a muchos de sus integrantes el derecha de admisión no les impide el ingreso a las canchas y que, además, mantiene fluido contactos con la barra de Lanús.
En definitiva, hubo un muy importante operativo, en el que la Policía Bonaerense impidió el cruce entre barras, pero lo hizo a su manera: mediante palazos, gas pimienta y balas de goma. Aunque, como suele ocurrir, se vieron perjudicados muchos hinchas “comunes” que no pertenecen a los sectores más agresivos. El APreViDe, el organismo de seguridad de la Provincia de Buenos Aires, anunció que hubo 51 detenidos, aunque fuentes extraoficiales hablaban de que fueron más de 80. Juan Manuel Lugones, el titular del organismo, destacó el accionar policial y desestimó que haya habido excesos. “Evitamos una tragedia”, exclamó.
Claro que en un principio las fuentes del organismo también negaron que hubiera habido disparos ni heridos. «No tenemos registrado ningún herido por balas de goma; tampoco hay noticias de hospitales que registren un paciente así», afirmó un vocero. Pero las imágenes registradas por los medios de comunicación demostraron que sí hubo intempestivas de las fuerzas de seguridad. Además, en redes, circularon videos en los que se dan cuentas de varios heridos de bala. Un caso es el de Gonzalo Maidana, primo de Jonatan, ex zaguero de River, actualmente en el fútbol mexicano: las imágenes muestran que fue herido seriamente en la pierna izquierda con un balazo de goma a corta distancia que le produjo una grave herida y fue trasladado al Hospital Interzonal de Lanús donde lo atendieron. Por supuesto que el ingreso al estadio de Lanús para el resto de los hinchas se transformó en un caos.
Entre los detenidos se encontrarían el Gordo Ale y su hijo el Brian, sindicados como cabecillas de Los Borrachos… Además se incautaron un revólver calibre 44, dos pistolas, una 9 milímetros, calibre 380 y una enorme cantidad de proyectiles. También se secuestraron dos camionetas Chevrolet S10 y una Volkswagen Amarok y seis automóviles Honda, Volkswagen Bora y Gol Trend, Renault Fluence, Ford Focus y Fiat Uno. Interviene la UFI 2 descentralizada de Lanús.
Para entender mejor la situación hay que remontarse a la semana pasada, cuando comenzó a correr el rumor de que un grupo de la vieja barra de River, “la banda del Oeste”, liderada por aquellos que tomaron el poder en los ‘90 y lo mantuvieron hasta 2007, intentaría volver a copar la tribuna popular. Los rumores de cruces con otras facciones tomaron cuerpo cuando a media tarde del martes, horas antes del partido, un grupo de 200 hinchas empezó a caminar por las calles de Lanús enarbolando una bandera que decía «Nosotros somos la historia». Quienes conocen la interna de los barras afirman que al frente del grupo iban, entre otros, el Zapatero Flores, el Clon Hernán y Saviolita Núñez, quienes aglutinaron históricamente a la gente de Constitución, Flores, Palermo, Hurlingham y otros barrios, y que perdieron poder a partir de ese 2007.
Por otra parte, en las inmediaciones del estadio de Lanús se pudieron visualizar dos pasacalles con mensajes amenazantes contra la dirigencia del club de Núñez. Uno de esos carteles apuntaba a los altos precios de las entradas para el superclásico frente a Boca por las semifinales de la Copa Libertadores que se jugará el 1°de octubre en el Monumental, y el otro hacía referencia a la prohibición que pesa sobre la barra para ingresar al estadio en los últimos meses.