Polarización y paridad. El escenario electoral de la provincia de Buenos Aires tiene estos dos condimentos que organizan las estrategias de campaña que ya comenzaron a sugerirse. El margen es estrecho. Unidad Ciudadana y Cambiemos ya tienen en las alforjas los votos que optaron por la «positiva». Ahora, para juntar los pocos porotos disponibles que serán los que definan la elección, queda el voto por oposición; en contra de Mauricio Macri o en contra de Cristina Fernández; en contra del «retorno del pasado» o en contra del ajuste. En el medio de esta polaridad quedan las «víctimas», Sergio Massa y Florencio Randazzo, que sólo pueden apostar a contener, no a crecer.
»Toda la oposición tiene que acoplar al discurso económico al discurso ideológico -sostuvo la consultora Analía Del Franco-. El gobierno ha logrado generar cierta expectativa de que la situación mejorará. Entonces, como hizo Cristina en la entrevista de esta semana (en el portal Infobae), hay que comenzar a meter en el debate el país que se pretende».
Para Fernando Larrosa, de la consultora Ceis, «uno de los lugares en los que CFK está buscando votos es el peronismo clásico, que a ella le cuesta».
El director de la encuestadora Dicen, Hilario Moreno, por su parte, se refirió a la entrevista que brindó la expresidenta. «Es algo que sirve para la poca gente que está dispuesta a escuchar y no sólo a confirmar sus ideas previas. En ese sentido es un cambio de estrategia que puede sumar».
Respecto de Cambiemos, Larrosa sostuvo que la estrategia es similar a la de CFK, pero en espejo. «Lo que puede juntar (Esteban) Bullrich es el voto por oposición a CFK más que por respaldo a Macri».
Para Moreno y Del Franco quienes respaldan al oficialismo no lo hacen por el candidato sino por el gobierno. «Es la marca Cambiemos la que mide», señaló Del Franco. «La ventaja que tiene Bullrich es que superó las expectativas que se habían generado sobre él y eso lo hace aparecer victorioso aunque haya perdido».
La posición más compleja en un escenario de polarización la tienen las fuerzas políticas que están por fuera de los dos grandes polos que concentran las adhesiones. Es el lugar lo ocupan Sergio Massa y Florencio Randazzo, ya que el Frente de Izquierda tiene un voto más duro.
«Massa puede retener pero depende mucho de que CFK y Cambiemos produzcan desencanto. Él junta muchos votantes que buscan el mal menor, remarcó Moreno. «No es igual la situación de Randazzo. Es más difícil predecir cómo logrará contener a sus electores».
Del Franco opinó al revés respecto de la situación de los dos habitantes de la avenida del medio. «El que está peor de todos es Massa. Se desinfló mucho después de las PASO. Su propio electorado se desilusionó con el resultado. Al igual que Randazzo, apostará al argumento de que hacen falta voces distintas en el Congreso y que no todo puede ser macrismo-kirchnerismo. Tratará de descomprimir. Pero es difícil porque hay un clima de balotaje, aunque no sea real».
Respecto del FIT, que lleva a la cabeza a Néstor Pitrola, Del Franco subrayó que debe «no bajar el perfil aunque tengan bastante voto duro». «La polarización también los puede dejar afuera».
La mayoría de los números que circulan muestran paridad. La consultora de Larrosa, Ceis, cerró una medición esta semana que puso a Cristina con 37 puntos, a Bullrich con 35, a Massa con once, a Randazzo con cinco y a Pitrola con tres. Hay otras mediciones que muestran una diferencia similar entre el primero y el segundo pero con Cambiemos arriba. La cifra está dentro del margen de error, es decir, hay paridad.
La medición de Ceis también muestra la transferencia de votos. Massa, por ahora, pierde unos cuatro puntos que reparten de modo equitativo entre Unidad Ciudadana y el macrismo. El dato no deja de ser una sorpresa. Los sondeos de opinión pública han mostrado una mayor empatía del electorado del tigrense con el gobierno que con CFK. La explicación de Larrosa es que «Bullrich ya le sacó muchos votos a Massa en las PASO. Le quitó buena parte de lo que le podía sacar. Por eso es que ahora la fuga es un poco más pareja». «