A 22 años del atentado contra el edificio de la mutual judía, la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) AMIA/DAIA reveló la identidad de la víctima número 85 fallecida aquel 18 de julio de 1994. Se trata de Augusto Daniel Jesús, quien tenía entonces apenas 20 años.
Así lo determinaron los exámenes genéticos peritados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF), el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial y el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
Los análisis fueron impulsados por los fiscales Sabrina Namer, Roberto Salum y Leonardo Filippini, sobre las muestras que se conservaron del cadáver de una de las víctimas y que todavía no había podido ser identificado. Augusto Daniel Jesús era hijo de María Lourdes Jesús, quien también perdió la vida en el ataque. Ambos asistían a un curso para el cuidado de enfermos en la sede de la calle Pasteur al 600.
El informe del EAAF indica que la probabilidad de que los perfiles genéticos extraídos de las muestras que no habían sido identificadas pertenezcan a un hijo biológico de la persona cuya muestra corresponde a María Lourdes Jesús, equivale a un 99,9999 por ciento. A similar conclusión arribó el informe de la UBA.
La identificación de Augusto Daniel Jesús cierra una indagación de más de dos décadas. En 2002, a partir del hallazgo de su DNI y su cédula de identidad en el lugar del atentado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°3 había encomendado a la policía localizar su paradero, para eventualmente convocarlo como testigo en el marco del primer juicio por el atentado.
Los fiscales habían detectado irregularidades en el resguardo del cuerpo de Jesús. Pocos días después de realizada la autopsia, se notificó en presencia de personal del FBI autorizado por el ex juez Juan José Galeano el seccionamiento de tres falanges, pero sin constar qué destino se había dado a esas muestras. Años más tarde, sin mayores precauciones, se derivó el cuerpo al osario común del Cementerio de la Chacarita.
Ahora, la prueba genética permite concluir la identificación, con el dato determinante respecto del vínculo de Jesús con su madre, y gracias a la participación del EEAF, que no había intervenido antes en el expediente AMIA y por su trayectoria y experiencia fue convocado por la UFI AMIA.