Las dos CTA encabezaron una movilización multitudinaria donde los trabajadores volvieron a llenar la Plaza de Mayo, reafirmaron un camino de creciente unidad que contó con la participación de varios de los sindicatos más combativos de la CGT, así como de los movimientos sociales de la economía popular, y advirtieron al gobierno nacional que hasta que el ajuste no se vaya, la lucha sigue, en un marco de rechazo a las acusaciones de golpismo agitadas desde la administración que conduce el presidente Mauricio Macri. Vamos a ir juntos al paro nacional del 6 de abril, anticipó el secretario general nacional de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien además señaló que esa medida de fuerza no será el final de las acciones de los trabajadores, sino un comienzo donde ya se reclama un plan de acción. Algunos piensan que el paro es el fin de algo y se equivocan: el paro nos pone de pie, proclamó Yasky.
También, mientras en la Provincia de Buenos Aires los docentes bonaerenses concretaban la segunda jornada de un paro de 48 horas, Yasky, quien cerró el acto luego de las palabras del secretario general de la CTA Autónoma Pablo Micheli y del secretario de Interior de la CGT Francisco Barba Gutiérrez, volvió a señalar el abandono de la Paritaria Nacional Docente por parte del gobierno nacional y reivindicó a su compañero Roberto Baradel, secretario general del SUTEBA, el sindicato docente matoritario en territorio bonaerense, y de la CTA bonaerense. No he visto nunca que un gobierno ignore como ignoró este gobierno la Ley de Paritaria Docente, la Ley de Financiamiento Educativo. Si hoy hay conflicto docente en el país, es porque quienes están en la Casa Rosada imaginaron que provincializando el conflicto, que generando 24 conflictos distintos se disipaba la responsabilidad que tenía el gobierno en haberse llevado los fondos del Financiamiento Educativo para otros fines. No convocó a la paritaria, no convocó a los docentes, violó la ley, y se pegaron un tiro en el pie, porque hoy andan rengueando queriendo echarle la culpa a los que no la tienen, señaló Yasky. ¿Qué culpa tiene un docente si no puede dar clase porque hay un gobierno que le niega el salario digno que necesita para poder trabajar?, preguntó.
Una gobernadora, la de Provincia de Buenos Aires pretende que los docentes acepten el 19% de aumento. Acá está Baradel, lo querían pintar al compañero como un ogro, un corrupto, como alguien que no respeta las leyes. Si hay alguien en este país que se ganó el respeto de todos nosotros, alguien a quien le reconocemos la honestidad, si hay alguien a quien sentimos un hermano porque le amenazaron al nieto y a los hijos, ese compañero está acá. Y estamos orgullosos de que sea parte de esta construcción colectiva reivindicó Yasky ante el llanto emotivo de Baradel en el palco. En la Provincia de Buenos Aires intentan fragmentar a las escuelas, que los docentes de la escuela pública se separen de los de la privada, que los padres que apoyan a los que hacen huelga se enfrenten a los que no, quieren la lucha de pobres contra pobres. Hablan de batalla, de combate. ¿Qué es esto? ¿Cómo es posible que no entiendan que si perdemos la mística de la escuela pública perdemos la democracia y el destino como Nación, tan difícil es entenderlo?», remarcó Yasky.
Lo escuchaban atentamente Francisco Gutiérrez, en representación, también, del Movimiento de Trabajadores Peronistas Saúl Ubaldini, precisamente a a 35 años de la masiva marcha que, pocos días antes del comienzo de la Guerra de Malvinas en 1982, marcó el punto de quiebre que los trabajadores encolumnados en la CGT pusieron a la dictadura cívico-militar, así como el secretario general de la CTA Autónoma Pablo Micheli, entre otros dirigentes sindicales, gremiales y de derechos humanos. Un compañero metalúrgico no alcanza la línea de pobreza. Por eso estamos acá afirmó previamente Gutiérrez, y ante las acusaciones de desestabilización lanzadas desde el gobierno nacional frente al panorama de paros, marchas y movilizaciones de este mes, contestó: le decimos, presidente, que lo que desestabiliza es su política económica, al tiempo que reclamó que defiendan la industria. Es un pecado cerrar industrias y dejar sin trabajo y dignidad a millones de argentinos», lamentó. «El 6 de abril hay que adherir al paro general en lucha del derecho de los trabajadores» llamó, ante una plaza donde compartían la movilización gremios combativos de la CGT también enrolados en la Corriente Federal de Trabajadores, diferentes regionales cegetistas y de la UOM, movimientos sociales, de la economía popular, de empresas recuperadas y cooperativas, como la CNCT, la Corriente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala, el Movimiento Evita, la CTEP, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y, por supuesto, los diferentes sindicatos enrolados en las dos CTA, donde sobresalían trabajadores de ATE y también docentes, entre muchos otros. Desde Diagonal Sur, también movilizó una columna encabezada por el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, y de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario.
Diagnóstico y futuro
«Estamos viviendo una calamidad social. Tenemos un millón 300 mil pobres nuevos en apenas un año, y cuando salimos a reclamar para que se termine el hambre, o por un salario justo, o para que protejan a las pymes, ¿qué lluvia de inversiones? ¡que mentira nos cuentan!, cuando decimos todo esto nos tildan de desestabilizadores», aseguró Yasky. «Le queremos decir a este gobierno, que nunca un empresario poderoso perdió la vida cuando la constitución dejó de ser respetada. Nunca se manchó el asfalto con sangre de empresarios, siempre fue la sangre de los trabajadores. Defenderemos la democracia con la convicción que nunca tuvieron ellos. Vamos a defender la democracia, vamos a exigir que el mandato de este gobierno se cumpla hasta el último día, pero no significa que le vamos a firmar un cheque en blanco, o que nos callemos la boca cuando suspenden o dejan en la calle a trabajadores y trabajadoras, advirtió el secretario general de la CTA de los Trabajadores. Durante la apertura, el secretario general de la CTA Autónoma Pablo Micheli, expresó varios conceptos duros hacia el gobierno nacional, pero también aclaró que desde estas organizaciones sindicales respetamos el mandato popular que puso a Macri ahí (en la Casa de Gobierno). No tenemos la intención de desestabilizar a nadie», enfatizó. El dirigente advirtió que, luego del paro general del 6 de abril «la lucha va a continuar en la calle hasta que caiga este modelo neoliberal». Micheli marcó que los trabajadores siempre vamos a estar en la calle porque en el gobierno piensan con la cabeza neoliberal, la de los patrones, y por eso creen que los trabajadores tenemos que estar arrodillados.
Sin el pueblo en la calle, no tenemos destino» sentenció y Micheli, en ese sentido, pidió «dejar de lado las mezquindades en el campo popular», tal vez en un guiño hacia la senda de acercamiento y unidad que paulatinamente transitan ambas CTA. La adhesión al paro del 6 de abril quedó plasmada por los tres oradores, y Yasky adelantó que dentro del plan de acción la CTA que conduce planea concretar una gran Marcha Federal que, durante la segunda quincena de mayo, partirá desde diferentes puntos del país para concluir, una vez más, en la Plaza de Mayo. Mientras las columnas se desconcentraban en forma pacífica, por los parlantes sonaba uno de los clásicos de Ataque 77: Podrán pasar mil años/verás muchos caer/pero si nos juntamos, no nos van a detener.