El presidente chino, Xi Jinping, se reunirá la semana próxima en Moscú con su aliado y homólogo ruso, Vladimir Putin, para hablar sobre «cooperación estratégica», informó este viernes Beijing, un día después de haber urgido a Rusia y a Ucrania a mantener conversaciones de paz para poner fin a la guerra que lleva más de un año. Xi estará en Rusia desde el lunes hasta el miércoles, anunciaron desde la Cancillería china y el Kremlin.

La última vez que los mandatarios se reunieron fue en septiembre pasado, durante una cumbre de seguridad en Uzbekistán. Antes, Putin había visitado Beijing para presenciar la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, en 2022, mientras que Xi visitó Rusia por última vez en 2019, antes de que empezara la pandemia de coronavirus.

El Ministerio de Relaciones Exteriores chino dijo que la de Xi es una «visita por la paz», destinada a «practicar el multilateralismo, mejorar la gobernanza global y contribuir al desarrollo y el progreso del mundo», según recogió la agencia de noticias AFP.

«China destacará su posición justa y objetiva sobre la crisis ucraniana, y desempeñará un papel constructivo en la promoción de conversaciones de paz», dijo Wang Wenbin, vocero de la cancillería china, en rueda de prensa.

El Kremlin dijo por su lado que ambos presidentes hablarán de la forma de ahondar su «cooperación estratégica».

Xi y Putin abordarán la «profundización de la colaboración exhaustiva y la cooperación estratégica entre Rusia y China», sobre todo «en la escena internacional», explicó el Kremlin en un comunicado, y añadió que «se firmarán documentos bilaterales importantes».

La visita de Xi se producirá casi 13 meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, que en buena medida aisló a Moscú a nivel internacional.

Hasta ahora China se abstuvo de condenar la invasión, lanzada hace poco más de un año, pero resaltó en varias ocasiones la importancia del respeto de las fronteras de los Estados soberanos y lanzó su propia propuesta de paz

Desde el estallido de la guerra, Beijing intentó forjar una postura neutral entre Occidente y el Kremlin.

No acató las restricciones de la comunidad internacional ni repudió o apoyó abiertamente el accionar ruso, pero se constituyó como una solución de Moscú contra las sanciones occidentales tomadas en el marco del conflicto.

Durante las hostilidades, en varias oportunidades Washington puso sobre la mesa la supuesta intención de los asiáticos para proporcionar armas a Rusia, e incluso el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró tener pruebas de que Beijing contemplaba esa alternativa.

Al respecto, China respondió que Estados Unidos no está en posición de darle órdenes

«Quien no para de proporcionar armas al campo de batalla es Estados Unidos, no China. No están cualificados para dar órdenes a China y nunca aceptaremos que dicten o impongan cómo deben ser las relaciones chino-rusas», arremetió el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.

Además, China se intenta posicionar como un facilitador de la paz, tras haber publicado el mes pasado un documento de 12 puntos en el que llamó al diálogo y a respetar la integridad territorial de todos los países.

Ayer, el canciller chino, Qin Gang, insistió en una conversación telefónica con el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, en que Kiev y Moscú deben entablar conversaciones de paz «lo antes posible».

Kuleba dijo que en esa conversación abordaron «la importancia del principio de la integridad territorial», pero no dio más detalles.

Recientemente, la diplomacia china logró que Arabia Saudita e Irán, las dos grandes potencias rivales de Medio Oriente, recompusieran su relación bilateral.

Según Ja-Ian Chong, profesor asociado en la Universidad Nacional de Singapur, el alcance de los esfuerzos chinos de paz «dependerá de la sustancia de lo que proponga en las reuniones» y agregó que el plan de 12 puntos «fue más una serie de principios generales que una propuesta aplicable».