Al menos 193 personas fueron detenidas en una protesta de los chalecos amarillos para exigir cambios en el sistema político francés, en lo que fue la primera manifestación tras el parate por las restricciones de la pandemia y el receso de verano.
Las fuerzas de seguridad reprimieron con gases lacrimogenos a los manifestantes, que incendiaron mobiliario urbano para dificultar el paso de los vehículos en el noroeste de París.
La Policía, que realizó un fuerte operativo en la zona de los Campos Elíseos, publicó en redes sociales fotografías de cuchillos, máscaras y un arco incautados a los manifestantes.
Una protesta del movimiento convocada en Toulouse fue prohibida por las autoridades por prevención ante la pandemia de coronavirus, informó la agencia de noticias alemana DPA.
El líder opositor de izquierda Jean-Luc Mélenchon felicitó a “los insumisos presentes en la manifestación de los chalecos amarillos”, en un mensaje en Twitter en el que apeló a la calma.
“Reforcemos el rechazo de la violencia porque el prefecto (de la Policía de París, Didier) Lallament está esperando que haya incidentes para lanzar la maquinaria de noquear y encarcelar. Que sea absolutamente pacífica”, escribió el que fuera candidato presidencial en 2017 por el partido Francia Insumisa.
El movimiento de los chalecos amarillos surgió a fines de 2018 en rechazo a los planes del Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, de aumentar los precios del combustible.
Con el correr de los días y la violencia que se desató en las protestas, fue virando hacia un movimiento más amplio de rechazo a las políticas del mandatario.
En respuesta, Macron anunció un paquete de medidas con un costo de más de 10.000 millones de euros con el objetivo de cumplir algunas de las demandas de los chalecos amarillos, como aumentar el salario mínimo y reducir los impuestos a los jubilados.