Maya Cikurel Spiller es contadora y tiene de 46 años. Esta semana intentaba viajar desde Montevideo a Buenos Aires, vía Colonia. Pero un agente de Interpol se interpuso y la detuvo por el caso Odebrecht. Sobre ella pesaba un alerta roja. Está implicada en un «presunto delito de lavado de activos», relacionado con la empresa Arcadex Corp, con sede en Belice.
Pero no sólo eso: es la novia de Pablo Da Silveira, el designado ministro de Educación por el futuro presidente Luis Lacalle Pou: ambos dirigentes del Partido Blanco tienen previsto asumir sus funciones el domingo próximo, cuando el Frente Amplio deje el gobierno nacional tras tres lustros. De Oliveira y Cikurel Spiller iban juntos.
Finalmente, ella fue llevada desde Colonia a la capital oriental, ya que la jueza María Helena Mainard hizo lugar el pedido del fiscal Ricardo Lackner y le dictó prisión domiciliaria por 60 días, así como el cierre de fronteras y la entrega de su pasaporte. La extensión de ese lapso está dada para que Panamá pueda enviar una serie de documentos que sean utilizados como prueba suficiente para que se acepte el pedido de extradición a ese país.
¿Por qué a Panamá? La contadora uruguaya estaba citada en la investigación realizada por la Fiscalía de Suiza y la relaciona con la empresa Arcadex Corp, señalada por el pago de sobornos en Panamá que involucran al expresidente de ese país Ricardo Martinelli, quien gobernó entre 2009 y 2014.
Cikurel Spiller no aparece vinculada a quienes están relacionados a casos de corrupción en Argentina, como se informó en un primer momento. Pero sí al caso de Andrés «Betingo» Sanguinetti, quien tuvo a su cargo la cuenta bancaria donde la constructora brasileña Odebrecht pagó sobornos a funcionarios peruanos. Betingo es medio hermano del expresidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, quien condujo el país durante dos períodos, entre 1985-1990; y luego 1995-2000.
Da Silveira es un escritor, filósofo y docente uruguayo de 57 años, de perfil bajo, sin pasado en la función pública, aunque sí con intensa militancia en el Partido Nacional. Durante la campaña electoral del año anterior, tanto en primera ronda como en el balotaje, estuvo muy vinculado al candidato Luis Lacalle Pou, en su carácter de asesor, siempre vinculado a temas de políticas de educación. Justamente será el ministro de Educación y Cultura desde el domingo próximo, y estará acompañado por la profesora Ana Ribeiro en la Subsecretaría.
De todas maneras, no será un trago fácil de digerir a una semana de la asunción, por un equipo de gobierno que ganó las elecciones utilizando el tema de la guerra contra la corrupción como uno de sus latiguillos, junto con el de la seguridad. Especialmente porque ya antes de ponerse en marcha, en ambos aspectos, el futuro gobierno sufrió serios reveses, lo que es consignado por los principales medios de prensa orientales. Por otra parte, se espera que esos temas seguramente sean recurrentes en las canciones de las murgas en los días finales de los Carnavales, siempre sumamente politizadas y proclives a retratar la realidad que vive el país. «