Bogotá,
El derechista partido Centro Democrático (CD) de Colombia presentó una demanda en contra del acto legislativo (reforma constitucional) para la paz que estableció diversas herramientas que permiten implementar y blindar jurídicamente los acuerdos entre el gobierno y las FARC, a los que la fuerza se opuso desde el primer día de negociaciones en Cuba, hace cuatro años, porque los considera violatorios a la Constitución.
La bancada, liderada por el ex presidente y senador Álvaro Uribe (2002-2010), enconado enemigo del mandatario Juan Manuel Santos, radicó la presentación ante la Corte Constitucional con el respaldo de más de un millón de firmas de ciudadanos que coincidieron en señalar que lo aprobado por el Congreso en junio pasado «sustituye a la Constitución Política de 1991».
El presidente del CD, el ex candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, consideró que el acto legislativo para la paz «es una trampa» debido a que «se le están otorgando facultades extraordinarias al jefe de Estado».
«No podemos permitir que el gobierno haga todas las modificaciones para favorecer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Jamás en la historia republicana se había hecho una concesión de esta magnitud», criticó Zuluaga. Asimismo, el líder derechista afirmó que con esa reforma el Congreso «únicamente va a actuar para legitimar lo que presente el gobierno, pero perdió su poder de decisión».
«Es un Congreso maniatado», insistió.
El CD, que se ha declarado en contra del proceso de paz que cerró la semana pasada sus negociaciones en La Habana, anunció además que en los próximos días presentará ante organismos internacionales varias demandas contra los acuerdos logrados por las partes desde 2012.
«Vamos a adelantar todas las acciones y demostrar que estos acuerdos violan la Constitución; son un fraude al derecho internacional y no son el camino para lograr una paz estable y duradera», precisó Zuluaga, quien reafirmó la posición del partido ante el plebiscito con el que el Ejecutivo refrendará lo pactado con las FARC.
«Nosotros esperamos hacer una campaña para convencer a los colombianos que el mejor camino para lograr la paz es votar No en el plebiscito», aclaró al calificar como tramposa la pregunta que el gobierno usará en la compulsa del 2 de octubre.
Según el ex candidato presidencial, la pregunta «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?», que fue revelada ayer por Santos, «debería enfocarse en lo pactado con las FARC y no en una paz estable y duradera».
La reforma constitucional para la paz plantea, entre otros puntos, la creación de un procedimiento especial legislativo que contempla la posibilidad de tramitar rápidamente los proyectos de ley o de reforma necesarios para implementar lo acordado con las FARC. Asimismo, se amplían las facultades extraordinarias del presidente para expedir decretos con fuerza de ley que estén relacionados con el desarrollo de lo pactado en Cuba por las partes, y los textos aceptados se pondrán al nivel de un «acuerdo especial», citó DPA.
Además, el Acto incluye un artículo en el que se reitera que ninguna de las normas se aplicará sin que los ciudadanos hayan dado su aval por medio del plebiscito convocado por Santos para refrendar los acuerdos.
Las partes llegaron en La Habana a acuerdos sobre desarrollo agrario, la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen, la lucha contra las drogas, la reparación a las víctimas del conflicto y la aplicación de un sistema de Justicia transicional, entre otros puntos. Lo que resta para la terminación total del proceso de paz es que las FARC aprueben en una conferencia su disolución como grupo armado para convertirse en un movimiento político legal.
Después de eso, entre el 20 y el 30 de septiembre, se debe efectuar la firma solemne de los acuerdos por parte de Santos y del máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.