Al menos 31 personas, incluyendo a seis atacantes, murieron y otras 21 resultaron heridas en un ataque del grupo islamista Al Shabaab en un restaurante de Mogadiscio, la capital de Somalia, donde se atrincheraron con rehenes durante varios horas hasta que la policía mató a los agresores, informaron fuentes policiales.
Las fuerzas de seguridad somalíes pusieron fin al asedio de madrugada, después de que un atacante suicida colisionara un coche con explosivos contra el Posh Hotel, ubicado al lado del popular restaurante Pizza House tras la ruptura del ayuno de Ramadán, cuando las calles se encuentran abarrotadas de gente.
Otros islamistas se atrincheraron en el restaurante durante varias horas, hasta que militares rodearon el edificio y, tras un intenso tiroteo, mataron a los cinco atacantes, lo que permitió tomar el control del local y liberar a una veintena de rehenes, informó la agencia de noticias EFE, que citó a fuentes policiales.
Aunque en un primer momento se informó de una decena de muertos civiles, la cifra ascendió hoy a los 25 al hallar la policía a varios rehenes muertos dentro del restaurante, dijeron las fuentes policiales, que precisaron que otras 21 personas resultaron heridas.
El asalto fue reivindicado por Al Shabaab, que en los últimos meses ha perpetrado numerosos ataques contra hoteles y restaurantes de la capital en los que decenas de civiles han muerto. La milicia ha optado por una estrategia de confrontación directa y ha lanzado también varios ataques contra bases militares de la misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom), lo que ha causado la muerte de centenares de soldados.
La semana pasada 61 soldados somalíes murieron en una ofensiva de Al Shabaab contra una base del Ejército en la región semiautónoma de Puntland, en el noreste de Somalia, según un portavoz del grupo, mientras que el comandante de seguridad de la región rebajó la cifra de soldados muertos a 30. Sin embargo, el de anoche es el primer ataque contra civiles cometido desde el inicio del Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes.
El pasado abril, el recientemente asumido gobierno de Somalia declaró el «estado de guerra» en el país para acabar con Al Shabaab, que todavía controla amplias zonas del sur y el centro, y ofreció una amnistía a los extremistas que quieran rendirse.
La milicia Al Shabaab anunció en 2012 su adhesión formal a Al Qaeda y lucha por instaurar un Estado islámico ultraconservador en Somalia, donde controla grandes extensiones de territorio en el sur y el centro del país.
Tropas de la Unión Africana (UA) y regionales apoyan desde hace años al Ejército somalí en la lucha contra la milicia extremista, debilitada por la muerte en 2014 de su líder Ahmed Godane, en un ataque aéreo estadounidense.