En Estados Unidos hay 20 millones de personas que no tienen seguro médico. Es la principal causa de bancarrota el tema de no poseer el seguro. Recordemos lo que ocurrió en la pandemia: había gente que llegaba a las puertas de los hospitales con chicos enfermos y con probable Covid y tenían miedo de entrar porque no tenían seguro. Y si tenían una deuda, no la pagan jamás, porque obviamente se les acumulan los intereses.

Así que el tema de Luigi Mangione se relaciona con esto y genera tremendas incógnitas. Por ejemplo, lo que la abogada dijo respecto de que no hay ninguna prueba de que el revólver expuesto sea el que mató al CEO de la prepaga. Porque no hay pruebas balísticas. Por lo que están pidiendo la extradición a Pensilvania. Y lo fundamental: pertenece a la clase media de los Estados Unidos. Con lo cual no es ningún pobrecito que está tirado en la calle. Tiene un excelente abogado defensor. Así que vamos a ver si va preso: la Justicia tiene esas cosas.

Relaciono este tema de la salud en los Estados Unidos con  la problemática de la discapacidad. Nada menos que 42.5 millones sufren de discapacidades. Los estadounidenses de ciertos grupos raciales y étnicos como indígenas americanos y nativos de Alaska tienen un 18% más de probabilidades de tenerlas que asiáticos e hispanoamericanos. El 8% de los blancos y 10% de los negros las padecen.

En cuanto al tipo de discapacidad: el 6% tiene dificultades para tener una vida independiente, en tanto que el 5% tiene dificultad cognitiva. Entre los más jóvenes, 7,3 millones recibieron educación especial en las escuelas públicas. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el 4% de la población reporta algún tipo de disfunción.

Los lectores sabrán que, después de 86 años, los trabajadores con discapacidad finalmente tendrán un salario mínimo. En 1938 el Congreso norteamericano aprobó la Ley de normas laborales que establecían protección a los trabajadores, derecho al salario mínimo y pago de horas extras. Pero la ley se olvidó, no incluyó a los trabajadores que sufrían alguna discapacidad. El salario mínimo federal en los Estados Unidos para un trabajador común se encuentra en los 7,50 dólares la hora. No se incrementa desde hace más de diez años.

Ahora, si bien podemos decir que estas cifras son miserables, también que los trabajadores con discapacidad que operan bajo el programa del Departamento de Trabajo, sólo reciben 3,5 dólares por hora. La inclusión de la sección 14 C en la reglamentación laboral sobre discapacidad pretendía hacer algo bueno para dichos trabajadores ya que brindaba a las empresas un incentivo económico para contratarlos. Y por lo tanto ampliaba las oportunidades de empleo para esta comunidad.

Pero en realidad, el programa no se cumple y se impide que miles obtengan oportunidades laborales justas. Uno de cada cuatro adultos con discapacidad vive en la pobreza en Estados Unidos, según datos que arrojó el Centro de Justicia para discapacitados. Aunque él dice en ese informe que, en realidad, “este cambio es muy bueno”. Y que “el gobierno empieza a ver a estos sujetos como seres humanos”.

Entonces, habrá que ver qué va a suceder con la asunción del nuevo gobierno de Donald Trump. Si va a permitir que este cambio sea posible y llevar a la práctica concreta que las personas con discapacidad tengan un salario un poco mejor para que puedan por lo menos comer diariamente. O, como se sospecha, si es verdad que Trump lo imita a Milei, las personas con discapacidad la van a pasar mal en Estados Unidos.