Washington
La congresista estadounidense Tulsi Gabbard, del Partido Demócrata, reveló que mantuvo una reunión con el presidente de Siria, Bashar Al Assad, durante un viaje a ese país para conocer sobre el terreno el conflicto en ese país.
En una carta difundida luego de su visita a Siria, la congresista demócrata informó que durante la semana que duró su viaje visitó Damasco, Alepo y Beirut (El Líbano), se entrevistó con diferentes actores del conflicto sirio.
En ese marco, Gabbard, que integró las filas del Ejército norteamericano durante la invasión a Irak, dijo que la reunión con el mandatario sirio no estaba dentro de sus planes, pero que «se presentó la oportunidad» y decidió que era «importante tomarla».
La congresista consideró la participación de su país en la crisis siria como «ilegal» e instó al nuevo gobierno estadounidense a que deje de suministrar apoyo a las facciones opositoras a Al Assad, a las que calificó de «terroristas».
«Estados Unidos debe cesar su apoyo a terroristas que están destruyendo Siria y a su pueblo. Estados Unidos y otros países que están avivando esta guerra deben detenerse de inmediato. Debemos dejar que el pueblo de Siria se recupere de esta horrible guerra», dijo, en un comunicado.
Gabbard explicó a medios locales que los principales grupos que combaten en Siria contra Al Asad son el Estado Islámico (EI) y el frente Fateh Al Sham (ex filial siria de Al Qaeda) y dijo que el resto de facciones luchan con ellos o bajo su comando.
«No hay rebeldes moderados», añadió Gabbard.
Con el ex presidente Barack Obama en la Casa Blanca, Estados Unidos diseñó una estrategia para entrenar y proveer armamento a facciones opuestas a Al Asad, unas políticas que Gabbard consideró «intervencionistas».
La llegada de Donald Trump a la Presidencia anticipa un cambio de rumbo en la estrategia estadounidense en Siria, ya que el magnate ha insinuado que la permanencia de Al Asad en el poder es lo más conveniente.