Un ataque masivo de Rusia con misiles y drones contra la infraestructura energética de Ucrania dejó a más de un millón de personas sin luz, según informaron las autoridades ucranianas.
El bombardeo realizado en la madrugada de este jueves, tuvo como objetivo las instalaciones de distintas regiones de Ucrania, lo que provocó apagones y caída del servicio y varias víctimas en zonas como Kiev y Odesa.
Esta situación se sumó a los temores de que el Kremlin pretende paralizar la capacidad de generación de energía del país antes del invierno.
«Los ataques a las instalaciones energéticas están ocurriendo en toda Ucrania», señaló el ministro de Energía, Herman Halushchenko, en una publicación en Facebook en la que contó además que se implementaron cortes de energía de emergencia en todo el país.
«En estos momentos, 523.000 abonados de la región de Lviv están sin electricidad«, dijo en las redes sociales el jefe regional, Maksym Kozytskyi, mientras que las autoridades dijeron que 280.000 estaban incomunicados en la región occidental de Rivne y otros 215.000 en la región de Volyn.
Según indicó Euronews, las autoridades ucranianas ya habían acusado anteriormente a Rusia de «utilizar el invierno como arma» y advirtieron que el país ruso estaba almacenando misiles de crucero y balísticos, al parecer para otra campaña aérea contra la red eléctrica.
En tanto, se informó que alrededor de la mitad de la infraestructura energética de Ucrania fue destruida durante los casi tres años de guerra con Rusia y los cortes de electricidad son habituales.
En años anteriores, Rusia había atacado la generación de electricidad de Ucrania con el objetivo de negarle a los civiles suministros de calefacción y agua potable durante los crudos meses de invierno y quebrantar el ánimo de los ucranianos.
Además, los ataques buscan perjudicar la industria de defensa de Ucrania que ahora produce misiles, drones y vehículos blindados, entre otros activos militares.
Fuego cruzado
Esta semana había comenzado con un cruento intercambios de misiles, en que las Fuerzas Armadas de Ucrania continuaron atacando Kursk, en tanto que Rusia respondió con otro artefacto balístico hipersónico.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó el martes del lanzamiento de otros cinco misiles tácticos operativos ATACMS de fabricación estadounidense contra posiciones de defensa antiaérea en el asentamiento de Lotarevka, a 37 kilómetros de la ciudad de Kursk e incluso exhibió las imágenes.
En respuesta a estos ataques, los militares rusos lanzaron un misil Oréshnik, equipado con ojivas convencionales contra una planta militar en Dnepropetrovsk. Oréshnik es un novedoso misil balístico de alcance intermedio capaz de impactar contra sus objetivos a una velocidad hipersónica de Mach 10, lo que equivale a casi tres kilómetros por segundo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, confirmó el inicio de la fabricación en serie de ese nuevo misil balístico y ha asegura que un hipotético bombardeo masivo con este tipo de proyectiles equivaldría en cuanto a efectos al lanzamiento de una bomba nuclear.
Para el presidente de ucrania, Volodymyr Zelenski, estos ataques «subrayan la urgente necesidad (de que Ucrania cuente con) sistemas de defensa antiaérea», algo «especialmente crítico» de cara a los meses de invierno. Espera trabajar con los socios internacionales para garantizar que los refuerzos lleguen «a tiempo».
BB con NA y Europa Press