Un camión bomba explotó este miércoles en el centro de la capital de Afganistán, en el área diplomática, y dejó al menos, 90 muertos y más de 463 heridos, en el atentado más mortífero en Kabul desde 2001 y que tuvo lugar al inicio del mes sagrado del Ramadán.
La explosión, ocurrida poco después de las 8 de la mañana hora local, llenó de nubes negras el cielo sobre el palacio presidencial y las embajadas extranjeras y ocurrió cerca de la entrada fortificada de la embajada de Alemania, en una calle sumamente concurrida por el tránsito y los peatones en la mañana local.
Un gigantesco agujero en la avenida identifica con precisión el lugar exacto en el que un pequeño camión repleto de explosivos saltó hoy por los aires.
El estallido, que destrozó ventanas y arrancó las puertas de sus marcos en casas a cientos de metros de distancia, tuvo una potencia poco frecuente, mientras que videos grabados en el lugar mostraron escombros en llamas, paredes derrumbadas y edificios y una treintena de autos destrozados, muchos con personas muertas o heridas en su interior.
«De acuerdo con los informes recibidos, este potente ataque causó la muerte a 90 personas y heridas a 400 de nuestros civiles e inocentes compatriotas», indicó en su cuenta de Twitter el Centro Gubernamental de Información y Prensa afgano.
De su lado, el viceministro de Interior para Asuntos de Seguridad, general Murad Ali Murad, confirmó en rueda de prensa que el atentado causó 463 heridos, consignó la agencia de noticias EFE
Este último balance oficial convierte el ataque de hoy, de acuerdo con la misión de las Naciones Unidas en el país, en el más cruento perpetrado en Kabul desde la invasión estadounidense en 2001, al sobrepasar los 85 muertos y 413 heridos que contó en el ataque del pasado julio contra una manifestación de la minoría chiita hazara.
La acción se produjo en el cuarto día del mes sagrado de Ramadán y en la hora de ingreso a los edificios de oficinas.
En el momento de la explosión, cientos de personas acudían a su puesto de trabajo, al que en esta época pueden entrar una hora más tarde por la celebración.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, informó que un guardia de seguridad afgano murió por la explosión y que también hubo heridos entre los empleados de la embajada de su país en Kabul, reportó la agencia de noticias DPA.
En tanto que las embajadas de Francia y China estuvieron entre las que resultaron más dañadas, dijeron ambos países, añadiendo que no hubo señales de heridos entre sus diplomáticos.
También entre los periodistas y medios de comunicación se han producido dos muertos y seis heridos.
La cadena pública británica BBC confirmó en un comunicado la muerte de uno de sus conductores y que cuatro periodistas han resultado heridos, mientras que el canal afgano ToloTV informó de la muerte de un empleado especializado en tecnologías de la información.
Poco después del atentado, el papa Francisco lamentó el «detestable ataque». «Enterado con tristeza del detestable ataque en Kabul y de los varios muertos y seriamente heridos, el papa Francisco expresó sus sentidas condolencias a los afectados por este acto brutal de violencia», aseguró hoy el secretario de Estado del Vaticano Pietro Parolin en un telegrama enviado al embajador afgano en Italia.
En tanto que la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, envió sus condolencias a las víctimas del atentado de Kabul, y aseguró que la UE está al lado de Afganistán en la lucha contra la amenaza global del extremismo.
«Mis pensamientos y los de toda la UE están con el pueblo y las autoridades de Afganistán después del ataque terrorista de esta mañana en el centro de Kabul», señaló Mogherini en un comunicado.
El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, pidió la semana pasada a todos los grupos insurgentes que respetaran la celebración del mes sagrado y detuvieran sus acciones armadas.
«Incluso en este mes de Ramadán, que es un mes de oración, virtud y bendiciones, los terroristas no tienen intención de parar de matar gente inocente», expresó el mandatario en un comunicado.
A pesar del pedido, el domingo los talibanes ejecutaron un atentado con coche bomba en una parada de micros en Khost que causó 13 muertos y 8 heridos, en su mayoría militares.
Ningún grupo armado reivindicó la autoría del hecho e incluso los talibanes rechazaron estar detrás del ataque, asegurando que los miembros de su formación nunca están autorizados a llevar a cabo acciones como esta «sin ningún objetivo».
Los dos últimos ataques de envergadura con bomba en Kabul, ocurridos también en el área diplomática, fueron reivindicados por el grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
Solo un atentado en 2008 en la sureña Kandahar, en el que murieron más de un centenar de personas que participaban en un festival canino, superó en número de victimas, la matanza de hoy en la capital afgana.
Año a año la situación de la seguridad se deteriora en Afganistán después del fin, el 1 de enero de 2015, de la misión de combate de la OTAN, que continúa en el país en tareas de asesoramiento y capacitación a las fuerzas afganas.
El año pasado el país asiático registró cifras récord de víctimas civiles, con 3.498 muertos, 923 de ellos niños, y 7.920 heridos, de acuerdo con la misión de la ONU en Afganistán (Unama).