Ucrania volvió a recibir este viernes un fuerte apoyo de la Unión Europea (UE) en la guerra con Rusia, iniciada hace casi un año, con la promesa de una asignación de 25 millones de euros para trabajos de desminado incluida, mientras el Kremlin salió a alertar sobre las consecuencias del reciente embargo a sus productos petroleros y negó que EEUU le hubiera presentado a los dos gobiernos una propuesta de paz.
La plana mayor de la UE llegó entre ayer y hoy a Kiev -donde esta mañana sonaron las sirenas antiaéreas a modo de prevención- para ratificar su apoyo al gobierno de Volodimir Zelenski, pocos días después de que las potencias de occidente consintieran en enviar poderosos tanques de guerra que servirán en el terreno de combate para la resistencia ucraniana.
En el plano político, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, prometió «apoyar» a Ucrania en su aspiración de adherirse a la UE, mientras que en lo económico, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aseguró que el bloque destinará hasta 25 millones de euros a Ucrania para labores de desminado.
El Consejo de la UE recordó, además, que la asistencia del bloque a Ucrana ya supera los 50.000 millones de euros.
«La UE y sus Estados miembros han tomado medidas sin precedentes para apoyar a Ucrania y su pueblo. Hasta ahora, la UE ha proporcionado una asistencia a Ucrania por valor de €50.000 millones», tuiteó la institución, según reseñó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Michel, en tanto, prometió hoy ayudar a Ucrania a adherirse a la UE.
«Los apoyaremos (…) en cada etapa de su viaje hacia la UE», escribió Michel en un tuit acompañado de una foto que lo muestra en el centro de Kiev, reprodujo la agencia AFP.
También se encontraba hoy en Kiev la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acompañada por Borrell, y unos 15 comisarios europeos.
«Me alegro de volver a Kiev, mi cuarta vez desde la invasión rusa, y esta vez con mi equipo de comisarios», escribió Von der Leyen en Twitter. «Estamos aquí juntos para demostrar que la UE está firmemente al lado de Ucrania», agregó.
Zelenski aprovechó las visitas para recordar que su país merece comenzar «este año» las conversaciones de adhesión a la UE, a la cual aspira oficialmente desde junio de 2022.
Desde el Kremlin, mientras tanto, el portavoz oficial Dmitri Peskov le reclamó a la UE por el embargo que ordenó para los productos petroleros rusos exportados por vía marítima, que entrará en vigencia el próximo domingo.
«Esto desequilibrará aún más los mercados internacionales de la energía», dijo Peskov, quien aseguró que Rusia «está tomando medidas para cubrir (sus) intereses contra los riesgos que están surgiendo», refirieron las agencias de noticias AFP y Sputnik.
Desde principios de diciembre, la UE ha puesto en marcha un embargo al crudo ruso transportado por vía marítima, sumado a un tope al precio del petróleo ruso -a 60 dólares el barril- con el fin, según los responsables europeos, de limitar los ingresos rusos de los hidrocarburos.
Para Von der Leyen, esta sanción le cuesta «unos 160 millones de euros (174 millones de dólares) por día» a Rusia.
A partir del domingo, el embargo se ampliará a la compra de productos petroleros refinados rusos, cuyo precio también será limitado por los países del G7.
Según varios especialistas, el embargo europeo podría comportar un aumento de los precios del diésel en los surtidores del Viejo Continente, pues los países europeos deberán encontrar otras fuentes de abastecimiento rápidamente, en un mercado muy tenso.
El portavoz Peskov salió también a desmentir que Estados Unidos haya ofrecido un plan para poner fin al conflicto en Ucrania, tal como informó un medio suizo.
«Es un bulo (una noticia falsa)», aseguró, recogió Sputnik.
Según el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung, que cita a políticos alemanes, el director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), William Burns, ofreció a Kiev y Moscú un plan de «resolución pacífica» del conflicto en Ucrania que preveía la entrega de un 20% del territorio ucraniano a Rusia.
La información ahora desmentida decía que el plan, ofrecido supuestamente a mediados de enero, había sido rechazado tanto por Kiev como por Moscú.
En otro orden, los aliados de la OTAN denunciaron hoy el incumplimiento de Rusia del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), y pidieron a Moscú que cumpla con las obligaciones contraídas en este pacto que Estados Unidos y Rusia prorrogaron en 2021 por un plazo de cinco años. En un comunicado conjunto, los 30 miembros de la Alianza Atlántica señalan que el control efectivo de armas es «una contribución esencial» a sus objetivos de seguridad e insisten en que el tratado sigue siendo de interés para la seguridad nacional de la comunidad internacional, reseñó Europa Press.