El de ayer no fue un sábado más para el presidente de los EE UU, Donald Trump. Por un lado su pool de abogados empezó a exponer en las últimas horas sus argumentos de defensa en el juicio político contra el mandatario estadounidense. Lo hicieron en el Senado, donde el oficialismo republicano tiene mayoría, después de tres días de meticulosas acusaciones planteadas por los demócratas. Mientras, en algunos sectores de la prensa estadounidense se habla de un generoso operativo de marketing que tiene como objetivo limpiar la imagen del presidente que pretende la reelección el próximo 3 de noviembre: de hecho, en los últimos tiempos, a pesar del pedido de impeachment, algunos sondeos de opinión reflejaban una mejoría de la simpatía del electorado.
Incluso ayer mismo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se dispone a viajar a los Estados Unidos, elogió el plan de paz para Oriente Medio que se dispone a presentar el mandatario estadounidense: aseguró que será «histórico», antes de confirmar que se reunirá con Trump en Washington para debatir el proyecto. «Una oportunidad de este tipo solo sucede una vez en la historia y no podemos dejarla pasar (…). Estoy esperanzado, estamos ante un momento histórico para nuestro Estado», declaró Netanyahu en un comunicado.
“Romper las papeletas”
«Verán que el presidente no ha hecho absolutamente nada malo», aseguró Pat Cipollone, abogado de la Casa Blanca ante los 100 miembros del Senado, que deberán decidir si destituyen al 45° presidente de EE UU. Cipollone fue el primero en hacer uso de la palabra en una breve sesión legislativa organizada un fin de semana y a unos 300 días de la elección presidencial. El alegato de la defensa se retomará el lunes.
La parte acusadora concluyó el viernes a la noche su presentación con un pedido de destitución contra el mandatario debido a sus presiones a Ucrania para obtener un rédito político personal. «No creemos que hayan estado cerca de cumplir con su objetivo para lo que les piden que hagan. De hecho, creemos que cuando escuchen los hechos… encontrarán que el presidente no hizo absolutamente nada malo», insistió Cipollone ante los senadores. A su vez, acusó a los demócratas de pedir al Senado que «anule los resultados de las últimas elecciones» presidenciales de 2016, que dieron el triunfo a Trump. «Están pidiendo que rompan todas las papeletas depositadas en este país por iniciativa propia… Quitarle esa decisión al pueblo estadounidense», argumentó.
Trump fue acusado de abuso de poder tras reclamar a su par ucraniano una investigación contra el exvice demócrata Joe Biden, su potencial oponente en los comicios de noviembre, so pena de congelar una ayuda militar crucial para un país en conflicto con separatistas apoyados por Rusia. Adam Schiff, legislador demócrata a cargo de la acusación, dijo que usó el poder de su investidura para obligar a Kiev a «ensuciar» a Biden y «hacer trampa en las elecciones»,
Los abogados de Trump tendrán 24 horas repartidas en tres días para presentar su defensa. Los demócratas buscan quebrar la sólida unidad republicana en el Senado, que con su mayoría de 53 a 47 probablemente absuelva al presidente. «