El expresidente Evo Morales fue dado hoy de alta en Bolivia tras estar internado por coronavirus y antes de abandonar la clínica contó que se siente «bien», solo tuvo «agitación y tos» y continuará el reposo en su casa en Cochabamba. Si bien los expertos aún deben someterlo a evaluaciones de seguimiento, Morales expresó que «si lo autorizan los médicos» estaría dispuesto a convertirse en donante de plasma sanguíneo para la recuperación de futuros contagiados, informó la agencia de noticias AFP.
Hace casi dos semanas, el exmandatario dio positivo y, poco después, fue internado: «No sentía síntomas pero cuando me hicieron la prueba se confirmó. No he sentido nada, solo agitación y tos. Tampoco perdí el sentido del olfato o gusto, para nada, pero sí dolor de cabeza y la garganta por la tos,” contó en una conferencia de prensa junto a sus médicos en la clínicas Los Olivos, según el diario Los Tiempos.
«Estoy muy agradecido con la junta médica, personal y trabajadores de la Clínica Los Olivos por los cuidados que me dieron y que hicieron posible mi alta. Mi respeto y admiración para ellas y ellos por su dedicación y esfuerzo», continuó poco después desde su Twitter.
«Agradezco de corazón por las oraciones de las distintas iglesias, los rituales de los amautas, las llamadas y mensajes desde #Bolivia y del exterior dándome fuerzas para superar al virus que, lamentablemente, afecta a tantas familias a nivel mundial», concluyó.
Tras sufrir la experiencia de la enfermedad en carne propia, Morales dijo haber aprendido que hay que hacer más para cuidarse y prevenir el contagio. «Hay que cuidarse, prevenir, no es problema regional sino mundial y lo más importante es prevenir. Concentrarse para derrotar el virus”, afirmó antes de abandonar la clínica. Bolivia, como el resto de la región, está sufriendo un nuevo aumento de casos y muertos, y ya sumó un total de casi 200.000 y cerca de mil, respectivamente.