Al menos 23 personas murieron hoy, 17 permanecían desaparecidas y otras 89 sobrevivieron al naufragio de un barco de pasajeros ocurrido en horas de la madrugada en el estado de Bahía, cuando cruzaba desde la Isla de Itaparica hasta la ciudad de Salvador, informaron las autoridades.
El cónsul general de Argentina en Salvador, Pablo Virasoro, informó que no figuran argentinos entre las víctimas del naufragio del barco.
«No nos han reportado la presencia de argentinos en ese barco. El oleaje en la Bahía de todos los Santos era muy fuerte esta madrugada», dijo a Télam el representante diplomático.
La embarcación «Cavalo Marinho 1» dio una vuelta de campana a las 6.30 (misma hora que Argentina) con 129 pasajeros a bordo y según las autoridades portuarias tenía autorización para navegar.
En las cristalinas aguas de la Bahía de Todos los Santos la embarcación -que llevaba a la mayoría de las personas a bordo desde Itaparica a sus empleos en Salvador, capital de Bahía- quedó a merced de un gran oleaje que provocó la tragedia, según informó un portavoz de la Marina brasileña.
De acuerdo con la prensa local, el barco dio una vuelta de campana a 200 metros de haber partido de la terminal portuaria de Mar Grande, en la Isla de Itaparica, ubicada en la Bahía de todos los Santos. El barco «Cavalo Marinho» tenía capacidad para 162 personas.
Lanchas particulares fueron activadas por las autoridades portuarias para buscar a los desaparecidos del hundimiento.
La marina envió tres navíos de la Base Naval de Aratú y tres lanchas de la Capitanía de Puertos para colaborar en el rescate.
Todavía no se conocen las causas del naufragio, pero los bomberos aseguraron que a esa hora de la mañana el viento sopla fuerte y que las olas llegaban a los dos metros de altura.
Entre las víctimas fatales se encuentra un bebé que había sido rescatado con vida pero que falleció en un hospital de la capital bahiana.
Uno de los sobrevivientes, el técnico de sonido residente en Itaparica Edivaldo Santos, dijo que apenas iniciado el cruce comenzó a llover y el barco recibió el impacto de dos olas grandes,
«Mucha gente cayó al mar. Tardaron dos horas en rescatarnos, algo absurdo porque estábamos cerca del atracadero, de repente era todo agua», dijo Santos.
La empleada doméstica Morena Santana, de 34 años, viajaba hacia Salvador a trabajar. «No había de donde agarrarse, cuando nos dimos cuenta ya estábamos debajo del barco, en el agua. El barco se dio vuelta», contó a la televisión de Bahía.
Las autoridades investigan, según dijo el Comando del Segundo Distrito Naval de la Marina, si el barco naufragó luego de intentar ayudar a una lancha que estaba encallada frente a la terminal portuaria de Mar Grande. El presidente Michel Temer dijo por Twitter que es solidario con las familias de las víctimas de los naufragios en Bahía y el de ayer en Pará.
El naufragio en Bahía ocurre 24 horas después de que otra embarcación de pasajeros se hundiera en el río Xingú, en el estado amazónico de Pará, dejando al menos 21 muertos y unos siete desaparecidos.
«Pusimos a disposición toda la estructura del gobierno federal. Las causas deben ser investigadas», dijo Temer. El gobernador de Bahía, Rui Costa, decretó tres días de luto por la tragedia en esa región conocida también por su gran atractivo turístico. Familiares y amigos esperaban noticias tanto en el puerto de destino como en el de partida.