El escándalo de Lava Jato parece no tener fin. Mediante comprometidas grabaciones, el presidente Michel Temer fue acusado de querer comprar el silencio del arrepentido Cunha y ya se pidió un juicio político.
El diario O Globo publicó que Temer fue grabado por los dueños del mayor frigorífico el mundo, JBS Friboi. Los hermanos Joesley y Wesley Batista, dueños de JBS Friboi, sirvieron de «carnada» para Temer y Neves en filmaciones controladas por la fiscalía y la policía federal.
Según el matutino carioca, Temer reconoció a Batista que compraba el silencio de Cunha y del lobista Lucio Funaro. «Hay que seguir haciendo eso», dice Temer en la grabación. Ante este nuevo capítulo del megaescándalo internacional, la oposición brasilera pidió el impeachment de Temer.
Cabe recordar que Temer llegó a la presidencia de Brasil luego de un impeachment a Dilma Rousseff, quien fue acusada en su momento de cometer «crímenes de responsabilidad», al haber ‘maquillado’ el déficit presupuestal. Esa maniobra fue interpretada por muchos analistas internacionales como un golpe parlamentario. Ahora, la gran pregunta es cómo actuará el congreso brasilero ante semejante escándalo de corrupción, de coimas y de compra de voluntades.