El presidente de Brasil, Michel Temer, negó este jueves su renuncia al cargo en medio de la mayor crisis de su gobierno, originada por grabaciones de supuestas negociaciones por sobornos, por las cuales fue abierta una investigación sobre su conducta en el Supremo Tribunal Federal.
«No renunciaré; repito, no renunciaré», dijo Temer en un pronunciamiento en el que clamó su inocencia frente a la grabación que le realizó el delator Joesley Batista, dueño de la empresa frigorífica JBS.
Temer rechazó haber avalado los sobornos que Batista dijo pagarle al ex diputado preso Eduardo Cunha, el cerebro del juicio político contra Dilma Rousseff, para comprar el silencio.
«Escuché el relato de un empresario que dijo que auxiliaba a la familia del ex parlamentario. En ningún momento compré el silencio de nadie. No le temo a ninguna delación. No necesito un cargo o fueros; siempre honré mi nombre», dijo Temer.
El presidente calificó las escuchas autorizadas por el Supremo Tribunal Federal como «pruebas clandestinas» y dijo que pidió el acceso a los audios que fueron grabados el mes pasado.
En medio de la salida de varios aliados de su base parlamentaria, Temer dijo que «no se puede tirar al tacho de basura de la historia tanto trabajo» para enfrentar la recesión.
«Vivimos esta semana el mejor y el peor momento del gobierno», comentó el mandatario, y citó datos del crecimiento económico y la inflación.
Horas antes, el juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil Edson Fachin autorizó la apertura de la investigación contra Temer, quien fue grabado supuestamente avalando sobornos de la mayor empresa frigorífica del mundo, JBS, cuyos dueños firmaron un acuerdo de colaboración con la justicia, se informó oficialmente.
La decisión se produce luego de que fuera divulgado que Temer fue grabado ofreciendo su apoyo a los sobornos que les pagaba al ex diputado preso Eduardo Cunha el dueño de JBS, Joesley Batista, un delator.
Temer recibió la noticia mientras analizaba la situación de su continuidad al frente del gobierno ante el terremoto político que afectó también a su aliado, el ex candidato presidencial Aecio Neves, quien dejó la conducción del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y cuya hermana y primo fueron detenidos.
Según columnistas del diario O Globo, Temer habría estado preparando su discurso de renuncia, lo que finalmente no sucedió. Incluso el PSDB comenzó a desembarcar del gobierno, con la renuncia del ministro de las Ciudades, Bruno Araújo.
Un grupo de diputados del PSDB pidió el juicio político de Temer debido a este nuevo escándalo.
Temer será juzgado por obstrucción de la justicia.