El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que pese a la condena por corrupción el ex mandatario y líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva «no está muerto políticamente», aunque aclaró que prefiere que sea derrotado en las elecciones de octubre próximo para «pacificar el país».
«Lula no está muerto políticamente, en imagen, en presencia, carisma, no sabemos si electoralmente pero decir que está muerto políticamente es un error, tendrá influencia», afirmó el jefe del Estado.
En una entrevista con Radio Bandeirantes de la ciudad de San Pablo, Temer dijo que para evitar el clima de enfrentamiento en el país está a favor de que Lula pueda participar de las elecciones, para las cuales se encuentra liderando todos los escenarios de las encuestas.
«Del punto de vista político me gustaría que Lula pudiera disputar la elección y sea vencido en las elecciones. Pero si no puede participar (a raíz de su condena confirmada) eso tensionará al país y debemos distender las relaciones, porque Brasil vive en tensión permanente», afirmó.
Lula quedó al borde de la inhabilitación en la Justicia electoral a raíz de que fue condenado por el Tribunal Regional Federal 4, la cámara de apelaciones de Porto Alegre, a 12 años y un mes de reclusión por corrupción y lavado de dinero.
El ex presidente cuenta con un respaldo en las encuestas de diciembre de entre el 36% y el 40% en la primera vuelta y del 51% en el segundo turno, contra cualquier candidato.
El Partido de los Trabajadores lanzó a Lula, quien gobernó entre 2003 y 2010, pre-candidato para los comicios del 7 de octubre, a quien inscribirá el 15 de agosto ante el Tribunal Superior Electoral.
El actual presidente afirmó en la entrevista que el próximo presidente que lo suceda a partir del 1 de enero de 2019 «no podrá revisar o dar marcha atrás en las reformas económicas en marcha, porque habrá mucha presión».
Temer, el gobernante con menos popularidad de la historia, con entre 3% y 7% de apoyo en los sondeos, recordó que su falta de popularidad se debe a que aprovechó su baja adhesión para realizar reformas.
«La impopularidad la aproveché para hacer reformas. Una cosa es llegar por la vía del voto. Yo llegué a este cargo por la vía constitucional, claro luego de haber vencido elecciones pero como vicepresidente con el apoyo de mi partido», dijo el jefe del Estado.
Temer asumió en 2016 luego de haberse pasado a la oposición, que respaldó y ejecutó el juicio político que destituyó por delitos contables en el presupuesto a Dilma Rousseff.
Lula fue impedido por el juez federal de Brasilia Ricardo Leite salir del país luego de la condena en segunda instancia, con lo cual tuvo que cancelar la visita ue tenía prevista para un evento de la ONU en Etiopía el fin de semana.