El presidente de Brasil, Michel Temer, logró sobrevivir esta noche a una suspensión de seis meses del cargo luego de que el oficialismo reuniera los votos necesarios en la Cámara de Diputados para rechazar la denuncia por corrupción que le hizo el fiscal general, Rodrigo Janot, quien lo acusa de negociar y de recibir sobornos.
El oficialismo superó los 172 votos necesarios para archivar la denuncia por corrupción, la primera realizada por un fiscal general contra un presidente en ejercicio.
Para que la denuncia fuera aceptada y Temer suspendido durante seis meses hasta un veredicto del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), eran necesarios dos tercios de los votos de los 513 diputados.
Ahora, el Supremo Tribunal Federal deberá decidir el camino de la denuncia, que debe mantenerse hasta que el presidente Temer abandone el cargo y pierda los fueros.
La sesión iniciada a las 9 de la mañana estuvo marcada por tumultos, empujones, insultos y manifestaciones de protestas dentro del recinto de la Cámara Baja.
Temer se encontraba con sus principales colaboradores siguiendo la votación en el Palacio del Planalto, sede del gobierno.
El fiscal Janot prepara una segunda denuncia contra Temer por asociación ilícita y lavado de dinero a raíz del mismo caso, que involucra el pago de sobornos de la empresa cárnica JBS y una grabación que le hizo en la residencia oficial al gobernante el empresario delator Joesley Batista.
Es la segunda vez en menos de dos meses que Temer logra mantenerse en el cargo, luego de que el Tribunal Superior Electoral lo absolviera de delitos en la campaña de 2014, en la que fue reelecto como vicepresidente acompañando a Dilma Rousseff, destituida el año pasado en un juicio político.