La elección del próximo presidente de Estados Unidos divide aguas entre la comunidad de deportistas y figuras del espectáculo más populares del país. Ayer, durante la convención nacional del Partido Demócrata que ungió a Hillary Clinton como candidata presidencial, se escucharon ironías hacia el rival republicano, Donald Trump.
El ex basquetbolista de la NBA, Kareem Abdul-Jabbar, famoso por ostentar el récord de ser el jugador que más minutos jugó en la liga, se presentó en el encuentro del Partido Demócrata con un nombre distinto. «Soy Michael Jordan y estoy con Hillary. Digo esto porque sé que Donald Trump no notaría la diferencia», bromeó Abdul-Jabbar, nacido en Harlem, Nueva York, con el nombre de Ferdinand Lewis Alcindor (Jr). De 69 años, ex jugador de las franquicias Milwaukee Bucks y Los Angeles Lakers, Abdul-Jabbar apoptó ese nombre en 1971, (significa «noble y poderoso sirviente») al convertirse del catolicismo al Islam. Durante la convención de los demócratas, celebrada en el Wells Fargo Center de la ciudad de Filadelfia, el ex basquetbolista cuestionó duramente a Trump por su intención de restringir las libertades individuales de los estadounidenses e inmigrantes de religión musulmana. «La idea de Trump de registrar a musulmanes o de impedirles entrar en el país es la tiranía que (Thomas) Jefferson aborrecía», rechazó.
La presencia de famosos tanto deportistas como músicos, figuras de Hollywood, de la radio y la TV es una constante en la recta final de las elecciones estadounidenses. De hecho, en estos comicios presidenciales, al igual que en casos anteriores, la comunidad de artistas y representantes del mundo del cine se pronunció mayormente a favor de los candidatos demócratas: mientras estuvo en carrera, el senador por el Estado de Vermont, Bernie Sanders, reunió unas cuantas adhesiones. Lo mismo sucedió, por supuesto, con la ex secretaria de Estado de la administración Obama. Clinton, como se sabe, finalmente ganó la carrera de los demócratas y se convirtió en la postulante por ese partido. Ayer, antes de que la candidata presidencial pronunciara el discurso de aceptación de la candidatura, la Convención Demócrata vibró al ritmo de la música de la cantante pop Kate Perry. Se escucharon tres canciones de Perry hasta que Clinton y su compañero de fórmula, el senador por el Estado de Virginia, Tim Kaine, salieron al escenario en medio de un estallido de fuegos artificiales.