El presidente de Siria, Bashar al Assad, denunció que la ofensiva lanzada por rebeldes y yihadistas en la provincia de Alepo, en el norte del país, busca «redibujar» el mapa de toda la zona para atender los «intereses» y «objetivos» de Estados Unidos y otras potencias occidentales.
Al Assad señaló en una llamada con su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, de que esta «escalada terrorista» trasciende a Siria y busca «dividir» y «fragmentar» a toda la zona, mientras insistió en el compromiso de su Gobierno para «eliminar el terrorismo» en todos los lugares del país, según un comunicado de la Presidencia.
La ofensiva encabezada por el grupo de Hayat Tahrir al Sham (HTS), derivó en combates principalmente en la región de Alepo, epicentro de una nueva escalada que volvió a poner en jaque al país, en coincidencia con el alto el fuego entre Hezbollah y el gobierno de Benjamín Netanyahu en Líbano.
El Ministerio de Defensa sirio señaló en un comunicado publicado en su cuenta de Facebook que «los bombardeos precisos lanzados por las Fuerzas Armadas, en cooperación con las fuerzas rusas amigas, llevaron a la eliminación de más de 400 terroristas, incluidos varios de nacionalidad extranjera, durante las últimas horas», así como a la «destrucción» de «cinco sedes de mando y siete almacenes de municiones, algunos de los cuales contenían drones». Entre los fallecidos se encuentran 200 miembros de HTS, 44 de «facciones aliadas» y 141 de las fuerzas gubernamentales, además de 57 civiles «cuyo único crimen fue estar presentes en la zona de conflicto».
«Las Fuerzas Armadas han empezado a avanzar en varios ejes en las provincias de Alepo, Hama e Idlib para rodear a los terroristas y expulsarlos de las zonas a las que han entrado para garantizar la seguridad y establecer nuevos puntos de concentración de cara a nuevos ataques», especificó, afirmando luego que «siguen llegando refuerzos militares a los frentes» de cara a contener la ofensiva.
La ofensiva encabezada por HTS provocó inicialmente un repliegue de las fuerzas gubernamentales en varios puntos, lo que llevó a Damasco a responder con bombardeos junto a Rusia. Moscú es uno de los principales apoyos internacionales del presidente sirio y su intervención militar en 2015 permitió a las fuerzas gubernamentales repeler los avances rebeldes y estabilizar los frentes.
En este contexto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, reiteró el apoyo de Moscú al presidente sirio, Bashar al Assad, y afirmó que «continúan los contactos» con Damasco. «Se formará una postura sobre lo que es necesario para estabilizar la situación», ha sostenido, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
El mandatario de Irán, en tanto, coincidió en que los intentos de «dañar la unidad» de Siria suponen «un golpe» para la estabilidad de toda la zona, fruto de un «plan» que Masud Pezeshkian atribuye a Israel y Estados Unidos. Por este motivo, reafirmó el apoyo de Teherán a los esfuerzos de Al Assad para contener potenciales amenazas.
President @drpezeshkian calls on Islamic countries to help resolve Syria issuehttps://t.co/q7JamoNKlu pic.twitter.com/i0gUPseAj4
— IRNA News Agency (@IrnaEnglish) December 1, 2024
Por su parte, el Gobierno de China expresó su «profunda preocupación» por la ofensiva yihadista y recalcó que apoya los esfuerzos de las autoridades para «mantener la seguridad nacional y la estabilidad», según el diario chino Global Times.
«Como país amigo de Siria, China está dispuesto a llevar a cabo esfuerzos positivos para evitar que la situación se deteriore más», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, quien ha pedido además a los chinos residentes en el país que incrementen las precauciones y se trasladen a zonas «relativamente seguras».
La ofensiva es la primera a gran escala desde que los presidentes de Turquía y Rusia, Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin, respectivamente, pactaran en 2020 un alto el fuego tras meses de combates. De esta forma, supone una reactivación del conflicto en el país que ha derivado además en enfrentamientos entre los yihadistas y las FDS, encabezadas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG).
El Gobierno de Irán, por otro lado, aseguro que mantendrá el despliegue de asesores militares en Siria. «Hemos estado presentes en ese país desde hace muchos años, cuando el pueblo sirio hizo frente a la amenaza del terrorismo y a invitación del Gobierno sirio», señaló el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, quien recalcó que esta presencia «no es algo nuevo» y que «continuará en el futuro, según el deseo del Gobierno sirio».
https://es.irna.ir/news/85676942/Canciller-de-Ir%C3%A1n-se-re%C3%BAne-con-el-Presidente-de-Siria
El 27 de noviembre, los grupos afiliados a la organización terrorista Hayat Tahrir al Sham (anteriormente Frente al Nusra, prohibida en Rusia) lanzaron una ofensiva a gran escala en las provincias sirias de Alepo e Idlib, por primera vez desde 2016.
Milicias respaldadas por Irán entraron a Siria durante la noche del domingo desde Irak y se dirigieron al norte de Siria para reforzar las fuerzas del Ejército sirio que lucha contra los insurgentes, según dos fuentes del ejército sirio que recogió el medio saudí Alarabiya este lunes. Las milicias aliadas de Irán, lideradas por Hezbolláh, tienen una fuerte presencia en la zona de Alepo.
En los últimos meses, Israel intensificó sus ataques contra bases iraníes en Siria al mismo tiempo que llevó a cabo una ofensiva en El Líbano que, según las autoridades israelíes, debilitó a la organización chií libanesa de forma significativa. A los líderes israelíes les preocupa que las fuerzas iraníes se desplieguen en la frontera con Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebró el domingo por la noche una segunda reunión sobre los acontecimientos en Siria para examinar varios escenarios que podrían afectar la seguridad de Israel y formular una respuesta.
Israel dice que ataca en Líbano porque Hezbolláh violó la tregua
El Gobierno de Israel dijo este lunes que sus ataques militares sobre territorio libanés no suponen una violación del alto el fuego alcanzado la semana pasada, sino que responden a supuestos incumplimientos por parte del grupo chií Hezbolá, al que pretende que abandone por completo la zona sur de Líbano.
Así se lo trasladó el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, a su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, cuyo país fue, junto a Estados Unidos, parte fundamental para la consecución del pacto. París denunció la semana pasada violaciones del acuerdo, sin señalar culpables.
«Recalcó que Israel no está violando el alto el fuego, sino aplicándolo como respuesta a las violaciones de Hezboláh», resumió Saar en sus redes sociales, desde donde ha emplazado a los milicianos de Hezbolá a «moverse al norte» y abandonar posiciones al sur del río Litani.
Esta escalada también ha terminado afectando a la población de Líbano y a su Ejército, que este mismo lunes ha denunciado que uno de sus militares ha resultado herido leve por el ataque de un dron israelí en la zona de Al Abbara, aledaña a la frontera con Siria. El militar participaba en labores de mantenimiento.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también han bombardeado en estos últimos meses en varias ocasiones puntos fronterizos entre Líbano y Siria, para prevenir supuestamente el contrabando de armas en beneficio de Hezbolá, si bien las organizaciones humanitarias han advertido de que estos incidentes limitan también el desplazamiento de los civiles que quieren huir de la violencia.
ALG con Europa Press, NA y Sputnik