Cuatro años le llevó al remanente de Alianza País, el partido político creado y conducido por el ex presidente Rafael Correa hasta la ruptura con Lenin Moreno, determinar que el gobierno que culmina en mayo próximo “incumplió” el plan que lo llevó a ganar las elecciones de 2017, por lo que decidió expulsar al mandatario de sus filas, justo un día después de que él mismo presentara su desafiliación. La otrora fuerza mayoritaria del Ecuador culmina con una representación muy deteriorada (su candidata Ximena Peña obtuvo apenas el 1,54% en las pasadas elecciones) y con intenciones tardías de “renovación”, tras haber seguido a Moreno en su alejamiento de las políticas de la Revolución Ciudadana y su enfrentamiento con Correa.

La Comisión de Ética del Alianza País determinó a finales de febrero que Moreno había cometido infracciones “al dejar abandonada la conducción política del movimiento, al asistir a las sesiones formales apenas un par de veces en 4 años, al incumplir el plan de gobierno y distribuir ilegítimamente el poder a representantes de otros partidos políticos”.

Antes de la expulsión, Moreno presentó su desafiliación a la autoridad electoral y su renuncia a las autoridades partidarias. Luego de conocerse la decisión de AP, comentó: “¿Cómo se expulsa a alguien que ya se ha ido? Me separé de Alianza País».

En su carta de renuncia señaló que “lamentablemente en el anterior período de gobierno, se interpusieron los intereses partidarios por delante de las necesidades del Ecuador”. Moreno argumentó que “al cerciorarme de que hay muchas personas dentro del movimiento que no comparten mi compromiso con una democracia fuerte que proteja siempre a los más necesitados, presento mi renuncia irrevocable al cargo como Presidente Nacional del Movimiento Alianza País”. En el final Moreno agradece a “los miles de dirigentes y militantes que en este difícil período me acompañaron en la decisión de destapar los casos de corrupción, de recuperar la democracia y las libertades y luchar contra el autoritarismo”.

Correa, principal aludido, apenas comentó en Twitter: “Morenada: mezcla de cinismo, mediocridad, deshonestidad y traición. #OtraMorenadaMás”. «Hoy se desafilia, mañana huirá del país», señaló por su parte Ximena Peña.

En días en que el ciclo morenista está llegando a su fin, el partido reconoce que “el ideario del presidente Moreno acaba siendo un ideario ideológico mucho más cercano a otros movimientos”, según el actual titular de la Comisión de Ética, Diego Fuentes.

El correísmo, cuyo candidato Andrés Arauz ganó en la primera vuelta con más del 32%, se mantiene ahora expectante sobre los próximos movimientos de los dirigentes, muchos de los cuales habían sido parte central del partido entonces liderado por Correa. Hasta el cierre de esta edición no hubo pronunciamiento sobre la postura a tomar el próximo 11 de abril cuando el balotaje defina quién será el próximo presidente del país.