«Hoy dejo de lado mi candidatura a la Presidencia de Bolivia para cuidar la democracia. No es un sacrificio, es un honor», señaló Áñez, candidata de la Alianza Juntos, en un mensaje grabado, informó el diario Los Tiempos Digital.
Previo a la difusión de este mensaje hubo intensas negociaciones con Comunidad Ciudadana, la fuerza que postula a la presidencia a Carlos Mesa, quien marcha segundo en las encuestas de intención de voto, a fin de intercalar candidaturas a cambio de este respaldo, según trascendió.
El mensaje al país de la candidata, junto a su acompañante de fórmula, Samuel Doria Medina, se produjo un día después de conocerse una encuesta que la daba cuarta con solo 10% de intención de voto.
La senadora que asumió la Presidencia en una sesión de la cámara alta sin quórum, apenas unos días después de que el entonces presidente Evo Morales renunciara tras un pedido de la Policía y las Fuerzas Armadas, y denunciara un golpe de Estado, explicó que resigna su candidatura “ante el riesgo de que se divida el voto democrático entre varios candidatos y que a consecuencia de esa división el MAS acabe ganando la elección”, añadió.
“Si no nos unimos, vuelve Morales. Si no nos unimos, la democracia pierde”, dijo, sin mencionar a Mesa, el otro candidato de la derecha y presunto beneficiario de su salida del escenario electoral.
Hace apenas un día, un grupo de universidades bajo el nombre de Tu Voto Cuenta publicó la encuesta con la mayor muestra tanto entre población urbana como rural hasta ahora, y el resultado fue una victoria justa en primera vuelta para el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), la fuerza de Morales, quien fue inhabilitado para competir por una banca de senador.
El exministro de Economía de Morales Luis Arce se ubicó primero con una intención de voto del 40,3% y, segundo, el expresidente Carlos Mesa, con 26,2%. En otras palabras, el candidato masista superaría el umbral del 40% con una diferencia de 10 puntos porcentuales con el segundo, como requiere la ley.
Mucho más abajo se ubican el exlíder cívico del departamento de Santa Cruz y uno de los grandes impulsores de las protestas y los enfrentamientos violentos que terminaron con el golpe contra Morales, Luis Fernando Camacho, con una intención de voto del 14,4% y, en cuarto lugar, la actual presidenta de facto, con 10.6%.
La encuesta también mostró que el MAS podría volver a conseguir una mayoría propia -o quedarse muy cerca- en el Senado, un espacio que demostró ser vital para que el partido mantenga la institucionalidad tras el golpe.
«Nosotros siempre vemos con cautela todo tipo de encuestas, sabemos que las propuestas del MAS son las únicas que proponen. Estamos muy confiados porque cuando vamos a visitar lugares encontramos amplia aceptación, no solamente por los sectores más deprimidos del país, sino hablamos de un voto oculto por ahí», aseguró hoy Arce, según el diario Los Tiempos.
Pese a la grave situación epidemiológica que persiste en el país -Bolivia es el segundo país del mundo detrás de Perú con más muertos por coronavirus por cada 100.000 habitantes-, la encuesta confirmó que una gran mayoría del padrón quiere votar.
La gran incógnita ahora es adónde irán los votos de Áñez.
Para evitar una victoria del MAS, al menos la mitad deberían ir a Mesa para eliminar la brecha de los 10 puntos porcentuales y forzar una segunda vuelta, en donde la dispersión del voto antimasista desaparece obligatoriamente y Arce no tiene aliados significativos para alcanzar un 50%.
Áñez fue muy dura con Mesa hasta hace solo dos semanas -«Él está en una situación de escondite en su casa. Ahora no es momento de tibieza; nosotros tenemos que cuidar este proceso que tanto lo costó al pueblo»-, por lo que ahora tendrá que apelar solamente al sentimiento antimasista y anti Morales.
Cuando Áñez aún no había hecho su anuncio pero ya se multiplicaban los rumores, Mesa se mostró confiado de ganar y habló de unidad.
«Desde Santa Cruz le decimos al MAS que Comunidad Ciudadana lo va a derrotar en las urnas con la ayuda del voto popular. Unidos vamos a ponerle un alto al fraude y la corrupción. Es hora de un gobierno que ponga primero a la gente. «, escribió el expresidente en su Twitter.