«En todos los países donde hay bases crecen las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos por parte de las tropas, que en el marco de los acuerdos firmados por los gobiernos, gozan de inmunidad diplomática». La afirmación es del diputado Daniel Di Stefano (FpV-Misiones), quien señaló la preocupación de la población misionera ante la posibilidad de la instalación de bases militares de Estados Unidos en la Triple Frontera. Fue en el marco de la charla sobre los peligros que acechan a la Argentina y a la región en torno a la instalación de bases en esa zona y en Ushuaia. También participaron la profesora Elsa Bruzzone (especialista en temas de Defensa Nacional, Estrategia y Geopolítica y miembro del Centro de Militares para la democracia Argentina-CEMIDA-) y el doctor Jorge Rachid (médico y docente especializado en Seguridad Social, profesor titular en Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora). La rueda de prensa se desarrolló a instancias del Frente de Comunicadores por la Expresión de los Pueblos, formado por Stella Calloni y Fernando Buen Abad, y durante la exposición estuvo presente Alberto López Girondo, de Tiempo Argentino, para explicar la situación en el diario luego del brutal ataque en la redacción del lunes 4 de julio.
Los disertantes contaron su preocupación a partir del viaje que una delegación del Ministerio de Defensa hizo a Washington en el marco de planes de cooperación militar. El riesgo, alertaron, es que así abren las puertas a la instalación de bases estadounidenses en dos regiones clave del continente: Misiones, con sus enormes recursos del acuífero Guaraní, y Ushuaia, desde donde se puede controlar parte de la Antártida.
Bruzzone contó que desde 1994 se comenzó a hablar en los medios de que en la frontera argentino-paraguayo-brasileña se habrían instalado grupos terroristas ligados a Al Qaeda y a Osama Bin Laden. «Era la forma de ir metiendo el tema», aclaró. Pero no había ningún documento del Departamento de Estado ni de ningún otro organismo que hablara de eso. Los últimos informes, en cambio, ya hablan del asunto, lo que revela que los medios adelantaron una estrategia que ahora es visible. A esto le agregan el supuesto combate del narcotráfico, otro subterfugio que permitió instalar bases en Colombia y mandar tropas a México
Rachid hizo un panorama geopolítico sobre este momento en la disputa entre un mundo multipolar y un mundo unipolar. Son guerras que se desarrollan «a través de ejércitos mercenarios que toman banderas supuestamente religiosas», que sirven de excusa para desplegar tropas de ocupación, como las que teme lleguen al país en un futuro no lejano. «