El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, no se da por destituido tras el golpe interno sufrido hoy a raíz de la dimisión de más de la mitad de los integrantes del órgano gestor del Socialismo español y seguirá adelante con su plan de celebrar primarias para avalar su estrategia de formar un gobierno alternativo a los conservadores, según anunció el Secretario de Organización socialista, César Luena.
Sánchez decidió seguir en el cargo a pesar de la dimisión anunciada hoy por 17 de los 35 miembros que quedan en la actual dirección, en la que ya es una de las crisis más graves sufrida por el socialismo español.
El secretario de Organización del PSOE, César Luena, se presentó ante los medios para anunciar que, a pesar de las dimisiones presentadas de forma colectiva por el sector crítico, Pedro Sánchez sigue siendo el líder del partido.
Mañana el líder socialista reunirá a lo que queda de la Ejecutiva para convocar un Comité Federal que establezca las fechas de un Congreso extraordinario y la elección de un nuevo líder, que según los estatutos debe ser elegido en elecciones primarias por los casi 200.000 militantes del partido.
A tres días de la celebración de un Comité Federal -máximo órgano entre congresos- el sector crítico presentó hoy de forma colectiva la dimisión de 17 de los 35 miembros que todavía quedan en la dirección.
La intención de los críticos era forzar la dimisión del líder y secretario general del PSOE, cuyos estatutos establecen que la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la dirección obligan a la convocatoria de un Comité Federal que fije la fecha de un Congreso extraordinario.
Los críticos defienden que tras las 17 dimisiones de hoy, otras dos que se produjeron con anterioridad y el fallecimiento de otro miembro de la dirección, se han producido en total 20 vacantes de los 38 puestos que componen la Ejecutiva Federal.
Sin embargo, la dirección del PSOE rechaza, con sus estatutos en la mano, la interpretación de los críticos de que la dimisión de la mitad más uno de la ejecutiva conduzca a la creación de una comisión gestora, y además sostiene que la normativa en vigor «no prevé la existencia de una gestora en el ámbito federal».
En los estatutos se establece que «cuando las vacantes en la comisión ejecutiva federal afecten a la secretaria general o a la mitad mas uno de sus miembros, el Comité Federal deberá convocar congreso extraordinario para la elección de una nueva comisión ejecutiva federal».
La intención del actual líder socialista -cuestionado internamente tras varias derrotas electorales y su posición contraria a favorecer la formación de un Gobierno del PP (centro-derecha)-, es no ceder a la presión de los críticos, no disolver la Ejecutiva, pese a la dimisión hoy de 17 de sus miembros, y mantenerse en el cargo con la idea de convocar un congreso extraordinario para que los militantes decidan el rumbo del partido.