El escritor de nacionalidad británica Salman Rushdie continuaba en estado grave y conectado a un respirador artificial, tras haber sido apuñalado el viernes cuando se disponía a comenzar una conferencia literaria en el Instituto Chautauqua, en el Estado de Nueva York. Rushdie, de 75 años y nacido en India, fue sometido a una cirugía, tiene el hígado destrozado y podría perder un ojo, informaron sus agentes. Además, recibió heridas cortantes en los nervios de un brazo. La policía identificó al agresor como Hadi Matar, de 24 años, y fue arrestado después del ataque.
Rushdie pasó décadas bajo protección policial luego de que el líder iraní Ruholah Jomeini dictara una “fatwa” (un acta religiosa) en su contra, el 1989, tras la publicación de una de sus obras, Los versos satánicos. Muchos en Irán salieron a celebrar el ataque del joven, nativo de Fairview, Nueva Jersey, de padres libaneses emigrados de la aldea de Yaroun.
Luego del decreto de Jomeini, el escritor se trasladó a Nueva York a comienzos de la década de 2000 y obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2016. Pese a la continua amenaza contra su vida, era visto en público y a menudo sin custodia aparente, quizás porque confiaba en que el tiempo había borrado el peligro.
Organismos defensores de la libertad de expresión y disidentes políticos consideraron este sábado que las autoridades iraníes son responsables del ataque contra Salman Rushdie, debido a que sostienen que Irán nunca revocó la fatwa que emitió el líder religioso iraní.
La Unión Nacional por la Democracia en Irán (Nufdi), un grupo opositor con sede en Washington, dijo que «independientemente de que el intento de asesinato haya sido o no ordenado directamente por Teherán, lo que sí es casi seguro es que esto es resultado de 30 años de incitación por parte del régimen a la violencia contra este celebrado autor».
En tanto, el Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI), otro grupo opositor considerado ilegal en Irán, señaló que «Ali Jamenei y otros líderes del régimen clerical siempre prometieron cumplir esta fatwa antiislámica a lo largo de los últimos 34 años».
El ataque de Rushdie se produce en un momento delicado a nivel diplomático para Irán, que está en negociaciones con las grandes potencias para resucitar el acuerdo de 2015 sobre su programa nuclear. Un acuerdo firmado durante el gobierno de Barack Obama con China, Rusia, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos fue desechado unilateralmente por Donald Trump y al regreso de los demócratas a la Casa Blanca se lo intenta reflotar, con poco éxito hasta ahora.
Las autoridades iraníes no habían hecho comentarios oficiales. Mohammad Marandi, asesor del equipo negociador del programa nuclear por Teherán, se manifestó en Twitter diciendo que si bien «no derramará lágrimas» por Rushdie, lo ocurrido es «extraño» en tiempos decisivos para la crisis en torno al programa nuclear iraní.
Testigos del ataque dijeron que Rushdie estaba ubicado en el estrado del auditorio del Instituto Chautauqua y se preparaba para hablar cuando Matar surgió de entre el público, se lanzó hacia el escritor y le asestó varias puñaladas hasta que fue derribado por personal de seguridad y espectadores. Matar fue esposado y quedó bajo custodia policial.
Rushdie recibió los primeros auxilios de un médico que estaba entre el público y luego fue trasladado en helicóptero a un hospital de la cercana localidad de Erie. «