Rusia abrió un nuevo frente por la guerra en Ucrania al cortar el envío de gas a dos países de la Unión Europea (UE) que apoyan decididamente a Kiev.
Un día después de que Estados Unidos y otros países occidentales prometieran acelerar el suministro de armas a Ucrania, el Kremlin subió la apuesta y recurrió a su más vital exportación, que Europa necesita para mantener su economía en funcionamiento.
Los precios europeos de le energía se dispararon con la noticia, que la presidenta del Ejecutivo de la UE calificó de intento de «chantaje».
La escalada llegó en la forma de un memorándum de la compañía estatal de gas rusa Gazprom, que dijo que suspendió el envío de gas a Polonia y Bulgaria porque se negaron a pagarlo en rublos, la moneda rusa, como exigió el presidente Vladimir Putin.
Gazprom dijo en un comunicado que notificó a las compañías Bulgargaz, de Bulgaria, y PGNiG, de Polonia, sobre la «suspensión del abastecimiento de gas desde el 27 de abril hasta que el pago se haga» en rublos.
Putin dijo el mes pasado que su país solo aceptaría el pago por sus envíos en la moneda nacional, en respuesta a las sanciones tomadas para castigar la ofensiva del Kremlin en Ucrania.
«La situación no afecta los suministros actuales de los clientes de PGNiG que reciben el carburante conformemente a su demanda», indicó la compañía en un comunicado.
Polonia y Bulgaria, que son dos países muy dependientes del gas ruso, señalaron ambos el martes por la noche que Gazprom les notificó sobre la suspensión.
Los dos miembros de la OTAN y de la Unión Europea (UE) se dicen dispuestos a obtener el gas faltante por otras fuentes.
La presidenta de la Comisión Europea (UE), Ursula von der Leyen dijo que el bloque estaba «preparado» para una interrupción de gas ruso y elabora «una respuesta coordinada».
«El anuncio de Gazprom es un nuevo intento de Rusia de chantajearnos con el gas. Estamos preparados para ese escenario. Estamos elaborando nuestra respuesta europea coordinada. Los europeos pueden estar seguros de que estamos unidos y somos solidarios con los Estados miembros afectados», dijo Von der Leyen en Twitter.
La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la dependencia de la UE del gas ruso, que representa el 45% de sus importaciones totales. Bulgaria y Polonia dijeron que están preparados para obtener el gas faltante por otras fuentes.
Polonia y Bulgaria denuncian «chantaje»
El primer ministro de Polonia acusó este miércoles a Rusia de intentar «chantajear» a su país con una abrupta suspensión de sus suministros de gas y dijo creer que la medida fue una represalia por recientes sanciones polacas contra Moscú por la invasión de Ucrania.
Las sanciones anunciadas el martes por el Gobierno del premier Mateusz Morawiecki tuvieron por blanco a unos 50 empresarios y compañías rusas, entre ellas Gazprom, la empresa estatal de gas ruso.
Horas después, Polonia dijo haber recibido una comunicación de Gazprom de que iba a suspender el envío de gas porque Varsovia no había cumplido con una nueva exigencia rusa de pagar el gas en rublos, la moneda nacional de Rusia, y no en dólares.
En una intervención ante el Parlamento, el premier Morawiecki prometió que Polonia no se verá intimidada por el corte del gas y dijo que el país del este de Europa estaba seguro gracias a años de esfuerzos para conseguir gas de otras fuentes que no fueran Rusia.
Por su parte, el primer ministro búlgaro acusó este miércoles a Rusia de un «chantaje inaceptable».
La interrupción, decidida porque esos países no pagaron las entregas en rublos, como exige Rusia en respuesta a las sanciones occidentales por haber invadido Ucrania, «constituye una grave violación del contrato», declaró Kiril Petkov ante la prensa.
Rusia advierte a otros países de Europa que no quieran pagar en rublos
Rusia dijo este miércoles que podría dejar de enviar gas a otros países de Europa si también se niegan a pagarlo en rublos y que el corte del suministro a Polonia y Bulgaria no es un chantaje sino respuesta a las sanciones que se le impusieron por la invasión de Ucrania.
El vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo a periodistas que la exigencia de Rusia de que se le pague el gas en rublos y no en dólares obedeció a sanciones occidentales por las que se congelaron sus reservas en divisas extranjeras en bancos en el exterior.
El portavoz, Dmitri Peskov, dijo que esto fue literalmente un «robo» de una «parte significativa» de las reservas rusas como parte de una «acción hostil sin precedentes» de Occidente contra Rusia.
Peskov advirtió que Rusia podría suspender sus suministros de gas a otros clientes europeos, además de Polonia y Bulgaria, si se niegan a abonarlo en rublos antes de la fecha de vencimiento del pago, informó la agencia de noticias AFP.
El vocero de Putin dijo que negarse a cambiar a rublos refleja un deseo occidental de “castigar a Rusia a toda costa en detrimento de sus propios consumidores, contribuyentes y productores”.