El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció medidas que buscan frenar la caída del rublo y contrarrestar las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea en respuesta a la invasión a Ucrania. Para defender la economía y la moneda ante las sanciones occidentales, el Banco Central de Rusia duplicó su tasa de interés de referencia de 10,5%, llevándola a 20%, y determinó que la Bolsa de Moscú comercio de referencia permaneciera cerrada, ante el hundimiento de la moneda. Además, los residentes de Rusia ya no podrán transferir divisas al extranjero, anunció el Kremlin en un decreto a finales de día.

Por su parte, los exportadores también se verán obligados a convertir en rublos el 80% de sus ingresos obtenidos en monedas extranjeras desde el 1 de enero de 2022.

El rublo se desplomó a mínimos históricos este lunes desde la apertura de las cotizaciones en la bolsa de Moscú, y al cierre del día la moneda cotizó a 94,6 por dólar, frente a los 83,5 del pasado miércoles.

Entre las sanciones anunciadas, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países excluyeron a los mayores bancos rusos del sistema internacional de pagos bancarios Swift y prohibieron cualquier transacción con el Banco Central de Rusia. También se anunciaron medidas comerciales, como el cierre del espacio aéreo a los aviones rusos por parte de Europa.

Pese a las medidas anunciadas, algunos magnates rusos se expresaron públicamente sobre la situación. «Es una verdadera crisis, y se necesitan verdaderos expertos en crisis (…) hay que cambiar absolutamente de política económica y poner fin a todo este capitalismo de Estado», escribió en Telegram Oleg Deripaska, el multimillonario creador del gigante del aluminio Rusal.

Para Serguei Khestanov, asesor macroeconómico de Open Broker, Rusia aún tiene cierto margen. «Mientras no haya sanciones reales a las exportaciones rusas, sobre todo de petróleo y gas, no habrá catástrofe», dijo, aunque «la gente, por supuesto, sentirá» los efectos.

De hecho, algunos rusos preferían retirar sus economías del banco, inquietos por sus ahorros. Fue el caso de Svetlana Paramonova, de 58 años. Quiere «retirar todo su dinero para guardarlo en casa», contó. «Es más seguro, puesto que ya no entendemos nada de lo que está pasando», resumió.