El Kremlin reclamó este jueves una investigación internacional en torno al sabotaje sufrido por el gasoducto Nord Stream, que conecta Rusia con Alemania bajo el mar Báltico y lleva el fluido a Europa, luego de que el periodista estadounidense ganador del Pulitzer Seymour Hersh acusara a la Marina de Estados Unidos por el hecho.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que el artículo publicado ayer por Hersh «demuestra nuevamente la necesidad de una investigación internacional sobre estos ataques sin precedentes contra una infraestructura crítica internacional» y sostuvo que «es imposible dejar esto sin determinar quiénes fueron los responsables y castigarlos».

«Algunos puntos (del artículo periodístico) pueden ser rebatidos y otros necesitan pruebas, pero es notable su profundidad de análisis y la armonía de su presentación», dijo Peskov, informó la agencia de noticias Europa Press.

Según el vocero, «sería injusto ignorarlo, especialmente por parte de un país como Alemania, que quedó privado de una instalación energética muy importante a causa de este acto terrorista».

El artículo aludido por Peskov, publicado en el blog personal de Hersh -exreportero del diario The New York Times- señala que un avión de la Marina noruega lanzó el pasado 26 de septiembre una boya hidroacústica que detonó artefactos explosivos que buzos de la Marina estadounidense habían adosado al gasoducto tres meses antes.

Los preparativos para el sabotaje habrían sido coordinados por el asesor de Seguridad Nacional norteamericano Jake Sullivan, quien convocó a un equipo interinstitucional para desarrollar un plan, señala el periodista, que ganó el Pulitzer en 1970 por su trabajo sobre la masacre de My Lai a manos de una unidad militar del Ejército estadounidense durante la Guerra de Vietnam.

Ayer, la Casa Blanca negó estar detrás de las explosiones, desestimó las acusaciones del periodista a las que calificó como «una completa ficción», según declaró Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Hoy, Peskov recordó que el Kremlin apunta a la implicación de los anglosajones «a la hora de organizar este acto de sabotaje», e insistió en que «pueden verse algunas coincidencias» entre esas afirmaciones y la investigación de Hersh.

También dijo que Moscú no ha recibido ninguna petición para abrir una investigación internacional a raíz de la publicación del artículo y que «Rusia ha llevado a cabo durante los últimos meses intentos muy enérgicos para poder participar en las investigaciones y lograr al menos alguna información adicional».

«Desafortunadamente, nuestros intentos han sido rechazados y nunca recibimos acceso a la información. Sin embargo, nuestros servicios relevantes tienen este asunto en su agenda de trabajo, desde luego», dijo.

Horas antes, el presidente de la Duma Estatal de Rusia, la Cámara Baja del Parlamento, Viacheslav Volodin, había pedido una investigación internacional para investigar los hechos y reseñó que «deberían convertirse en la base de una investigación internacional» para «llevar a (el presidente estadounidense, Joe) Biden y sus cómplices ante la Justicia, así como pagar indemnizaciones a los países afectados por el ataque terrorista».

Esta estrategia «recuerda» al Tercer Reich alemán, según dijo Volodin a través de un mensaje en su cuenta en Telegram.

Asimismo, comparó a Biden con el expresidente Harry Truman: «Si Truman se convirtió en un criminal que usó armas atómicas contra civiles en Hiroshima y Nagasaki, entonces Biden se convirtió en un terrorista que ordenó la destrucción de la infraestructura energética de sus socios estratégicos».