El viceministro ruso de Exteriores, Serguei Vershinin, aseguró que su país tiene capacidad para incrementar sus exportaciones de alimentos y fertilizantes a las naciones de África y Oriente Medio, en medio de los bloqueos que occidente promovió a esos bienes como represalia por la guerra en Ucrania, y que están provocando una crisis alimentaria y aumentos de precios en todo el mundo.
«Rusia, como proveedor responsable, tiene capacidad suficiente para elevar las exportaciones de alimentos y fertilizantes a los países africanos y de la región de Oriente Medio, para contribuir a la solución del problema del hambre», dijo Vershinin en el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible que celebra la ONU.
El viceministro remarcó que Rusia colabora con la secretaría de la ONU en este ámbito, recogió la agencia de noticias Sputnik.
En cuanto a la estabilidad de los mercados de la energía, subrayó que su país propuso formas de pagos que eluden las sanciones unilaterales de Estados Unidos y la Unión Europea.
En materia financiera, agregó, Rusia planteó el uso de las monedas nacionales para pagar las deudas soberanas.
«No obstante, la crisis, siendo estructural por naturaleza, requiere el reordenamiento de toda la estructura económica internacional», recalcó.
El viceministro indicó que, ya antes de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, Rusia había advertido que los objetivos de desarrollo sostenible podrían ser inalcanzables si no se eliminaban las causas verdaderas de la alta volatilidad de los precios y, ante todo, del orden económico internacional establecido.
Ratifican el veto de FIFA y UEFA a Rusia
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) desestimó el recurso presentado por la federación rusa de fútbol contra FIFA y UEFA por la exclusión de los seleccionados y clubes rusos de las competiciones mundiales y europeas.
Tanto la FIFA como la UEFA prohibieron la participación del seleccionado ruso en sus torneos, como el Mundial y la Eurocopa, el pasado 28 de febrero, cuatro días después de que Rusia lanzara su invasión de Ucrania.
La Unión de Fútbol de Rusia (FUR) y un grupo de clubes rusos apelaron entonces al TAS, que tiene sede en la ciudad suiza de Lausana, contra la prohibición, pero este viernes el tribunal deportivo anunció que todas esas apelaciones de Rusia habían sido desestimadas, consignó la agencia de noticias DPA.
Condena a la guerra en la reunión del G20
Los ministros de Finanzas del G20 condenaron este viernes la invasión rusa a Ucrania, próxima a cumplir cinco meses, durante su reunión en Indonesia, y responsabilizaron a Rusia del impacto de la guerra en la economía mundial.
La cita de dos días comenzó en la isla de Bali a la sombra de la guerra que ha agitado los mercados, disparado los precios de los alimentos y la inflación, una semana después de que los ministros de Relaciones Exteriores del bloque confrontaran en el mismo ámbito al jefe de la diplomacia rusa, quien abandonó las reuniones en varias ocasiones.
Los ministros de Finanzas ruso, Anton Siluanov, y ucraniano, Serhiy Marchenko, participarán virtualmente en la cita. Moscú envió al viceministro ruso de Finanzas, Timur Maksimov, a la conversaciones en persona y estuvo presente cuando Yellen y Freeland expresaron sus condenas, según una fuente que estuvo en la reunión.
Indonesia, país anfitrión y presidente del G20 (grupo de potencias industrializadas y emergentes), advirtió a los ministros que el fracaso a la hora de abordar las crisis energética y alimentaria sería catastrófico.
Es poco probable que haya una declaración final cuando concluya la reunión el sábado debido a los desacuerdos sobre el papel de Rusia como causante de los problemas económicos mundiales.
Indonesia, con una política exterior neutra, ha evitado excluir a Rusia del foro pese a la presión occidental. «Este no es un momento fácil dada la diversidad de nuestros miembros y las diferencias de criterios», admitió Indrawati. Sin embargo, llamó a «actuar juntos para demostrar por qué el G20 merece su reputación como el principal foro de cooperación internacional».
La cita es previa a la cumbre que celebrarán los gobernantes del G20 en la isla indonesia en noviembre, que debía centrarse en la recuperación económica tras la pandemia de Covid-19. Sin embargo, el foco cambió tras la invasión rusa, que bloqueó los puertos de Ucrania, uno de los principales productores mundiales de alimentos.