Misiles de crucero rusos Kalibr destruyeron cerca de Kiev un importante centro de distribución de combustible que suministraba insumos al ejército ucraniano, anunció el Ministerio de Defensa de Rusia, información que luego fue confirmada por el Gobierno de Ucrania. «En la noche del 24 de marzo se lanzó un ataque con misiles de crucero navales Kalibr de alta precisión que destruyó un centro de combustible en la localidad de Kalinovka, en las inmediaciones de Kiev, la mayor base que quedaba a disposición del ejército ucraniano y que suministraba material a las unidades militares en la parte central del país», declaró el portavoz de Defensa, general mayor Ígor Konashenkov, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik. Konashenkov también informó que las fuerzas rusas habían destruido equipamiento militar ucraniano, entre otros tres sistemas de defensa antiaérea y cuatro drones.
Una fuente del Ministerio ucraniano de Situaciones de emergencia confirmó este mediodía que hubo «un bombardeo» ayer en el «depósito de carburante de Kalinivka», 40 kilómetros al suroeste de Kiev, sin dar más detalles sobre la importancia del lugar. «No hay ninguna amenaza de que el fuego se propague fuera del lugar», dijeron las fuentes a la agencia de noticias AFP.
El 24 de febrero pasado Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes. El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos ciudades –Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania— autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales. Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.
Al comentar los resultados de operaciones bélicas en la jornada de ayer, Konashenkov mencionó que la aviación rusa destruyó 51 objetivos militares en Ucrania, entre ellos dos puestos de mando, tres lanzacohetes múltiples, dos sistemas de misiles antiaéreros Buk М-1, tres obuses D-30, dos depósitos de municiones, siete carros de combate, cinco vehículos de infantería y tres transportes blindados. Los sistemas rusos de defensa aérea, añadió el portavoz, derribaron cuatro drones ucranianos.