El expresidente de Siria, Bashar al Assad, a quien se le concedió asilo, se encuentra actualmente a salvo en Moscú, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Ryabkov, tras haber colapsado su gobierno por la ofensiva de grupos militantes armados desde fines de noviembre.

«En tal situación sería muy erróneo de mi parte dar detalles de lo ocurrido y de cómo se resolvió, pero él se encuentra a salvo», dijo Ryabkov según informes de la agencia de noticias local RIA.

En un comentario sobre la posibilidad de extraditar a Al Assad, el diplomático ruso dijo que Rusia no forma parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

En tanto, el Kremlin aseguró este miércoles que Rusia está en contacto con las nuevas autoridades instaladas en Siria tras la caída del régimen de al Assad para abordar la situación en torno a las bases militares con las que cuenta en el país asiático, las únicas que tienen en la cuenca del mar Mediterráneo.

«Mantenemos contactos con los que controlan ahora la situación en Siria», dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, quien afirmó que «esto es necesario». «Nuestras bases están ahí, nuestra misión diplomática está ahí y, por supuesto, el asunto de garantizar la seguridad de estas instalaciones es extremadamente importante«, agregó.

Peskov declinó detallar con quién está en contacto Moscú en Siria, dado que «ha pasado demasiado poco tiempo», si bien insistió en que «no hay más opción que contactar con los que controlan la situación sobre el terreno», según informó la agencia rusa de noticias Interfax.

Rusia dispone de dos instalaciones de importancia estratégica en el noroeste de Siria: un aeródromo en Hmeimim, situado en la provincia de Latakia, y una base naval en Tartús, capital de la provincia homónima. El Gobierno ruso declaró el domingo «en alerta roja» las citadas bases ante la toma de Damasco por parte de yihadistas y rebeldes.

Foto: Captura video

«Tenemos que actuar en línea con las realidades existentes», sostuvo el portavoz del Kremlin, al tiempo que ha argumentado que Moscú dio apoyo a Al Assad «a la hora de hacer frente a los terroristas» y «estabilizar la situación, que amenazaba a toda la región», tras la huida de Al Assad a Rusia después de 24 años al frente de Siria.

Por otra parte, criticó los bombardeos de Israel y la entrada de tropas israelíes en territorio sirio y ha afirmado que «es poco probable que vaya a ayudar a estabilizar la situación en una Siria ya desestabilizada».

La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib –situada en el noroeste, en la frontera con Turquía–, permitió a yihadistas y rebeldes tomar la capital, Damasco, y poner fin al régimen de la familia Al Assad, en el poder desde 1971, ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán.

Foto: Noticias Argentinas

BB con NA y Europa Press

Blinken viajará a Turquía para tratar el nuevo escenario en Siria

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitará el próximo viernes Turquía para tratar con su homólogo turco, Hakan Fidan, el nuevo escenario que se abre en la región tras la caída del régimen de Bashar al Assad en Siria a raíz de una fulgurante ofensiva de grupos rebeldes y yihadistas.

Apenas han trascendido detalles de esta visita, confirmada por fuentes del Gobierno turco a la agencia de noticias oficial Anatolia. Blinken y Fidan ya hablaron por teléfono en dos ocasiones en la última semana para tratar específicamente la crisis siria, dentro de una ronda de contactos en la que el jefe de la diplomacia estadounidense también ha contactado con otro gobiernos de la región.

Turquía es un actor clave en el país vecino, tanto en términos políticos como militares. Actualmente hay militares turcos desplegados en el norte de Siria para apoyar a los grupos rebeldes que combaten contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de distintas facciones encabezada por las kurdas Unidades de Protección Popular (YPG).