El presidente ruso, Vladimir Putin, y el de Estados Unidos, Joe Biden, tuvieron una conversación que duró más de dos horas y supuestamente fue estrictamente privada. Pero de inmediato se supo que fue una charla tensa, mucho más que las anteriores en las que el ruso pidió garantías de que la OTAN no se expandirá hacia el este cuando su colega le recriminó sus acciones en la frontera con Ucrania.
«La OTAN está emprendiendo tentativas peligrosas de usar territorio ucraniano y desarrolla su potencial militar en nuestras fronteras, y es por eso que Rusia tiene un interés serio en [obtener] garantías jurídicas seguras que descarten una expansión de la OTAN en el este», indicó el Kremlin en un comunicado, después de que ambos líderes mantuvieran una conversación que calificaron de «franca y profesional».
Por su parte, tanto Biden, como los líderes de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia expresaron su respaldo el martes a la «integridad territorial» de Ucrania, señaló la Casa Blanca tras la charla. «El presidente Biden adelantó a los líderes sobre su llamada con el presidente Putin, en la que discutió las serias consecuencias de una acción militar rusa en Ucrania y la necesidad de reducir la escalada y regresar a la diplomacia», indicó el comunicado. Remarcaron su apoyo “a la soberanía de Ucrania y su integridad territorial, así como la necesidad de que Rusia reduzca las tensiones y se involucre en la diplomacia».
Desde Moscú advirtieron que en respuesta a la amenaza de sanciones estadounidenses en caso de una operación militar rusa contra Ucrania, «Vladimir Putin contestó que no hay que hacer que Rusia cargue con la responsabilidad». Además, denunció «la línea destructora de Kiev» que, según él, busca «desmontar» los acuerdos de Minsk de 2015, un proceso de paz que en principio debía poner fin al conflicto entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, y que está en punto muerto desde hace años. «Los dirigentes hablaron para pedirle a sus representantes que inicien consultas profundas sobre esos temas sensibles», explicó la presidencia rusa.
Por otro lado, Putin le propuso a su par estadounidense retirar todas las medidas de retorsión contra las misiones diplomáticas de ambos países adoptadas en los últimos meses, en un contexto de tensión.Según el Kremlin, las relaciones entre Moscú y Washington «no están en un estado satisfactorio».
En cuanto a otros temas de agenda, ambas partes subrayaron que es importante trabajar juntos contra la cibercriminalidad. Occidente acusa a Rusia de dirigir ataques informáticos contra sus rivales. Afirmaron «esperar» una reanudación constructiva de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.