-¿Renuncia Temer?
Las movilizaciones en Brasil ahora empiezan y terminan con #ForaTemer. Es un cuadro un poco incomprensible, porque hay una gran imprevisibilidad, y que ahora con estos acontecimientos parece muy difícil que Temer se mantenga en el gobierno. La presión popular en las calles, después de la divulgación de la Rede Globo de las grabaciones que, por procesos diferentes, van sobre Aécio Neves y el presidente, ambos en situación de corrupción comprobada, registrada con filmaciones y grabaciones en manos de la Policía Federal, deja al gobierno en una situación insostenible. Así, una clase media que salió contra el PT y contra Dilma, en este momento se encuentra perpleja y ahora marcha también contra el gobierno, porque su móvil es la corrupción, la limpieza del Estado, pero son cosas muy frágiles para hacer un programa de gobierno.
¿Se allana el regreso de Lula?
Lula se presenta hoy como un retorno de su proyecto y con eso está en primer lugar en todas las encuestas de opinión. Los representantes de la derecha, sea del PMDB o el PSDB no llegan a los dos dígitos en las intenciones de voto. Todos están muy mal, con tres, cuatro o cinco puntos de preferencia. Existen algunas candidaturas como la del derechista Jair Bolsonaro, así como la de Marina Silva, o incluso la de Sergio Moro, el juez del Lava Jato, pero que no tienen apoyo partidario ni organización, son solo figuras promovidas por la prensa que expresan un sentimiento de rechazo a la política, contra los partidos. En ese marco, Lula reaparece, no el partido, sino que es él el que regresa.
¿La crisis de los partidos afecta también al PT?
Sí, y es paradójico porque Lula está primero en las mediciones, pero todos los partidos políticos están mal vistos, inclusive el PT, que con el 11% de preferencias de voto es el mejor posicionado ante la situación del PSDB y el PMDB que rondan en el 5% y los otros ni aparecen en las encuestas. Nuestra capacidad de movilizar, organizar y atraer un bloque sólido es muy difícil, aunque es lo que estamos intentando ahora con el PCdB, PDT, PSol y Rede, para alcanzar un acuerdo para presentar un programa común, alternativo a esta derecha que está en el gobierno.
¿Es viable?
La situación objetivamente es muy buena, con la crisis del gobierno, ahora con el problema de la corrupción comprobada, pero el precio que pagamos por la masacre de dos años, que desarrolló la televisión y la prensa contra el PT, Lula y Dilma, y que afectó a toda la política. Así, hoy la derecha no tiene partido, no tiene un proyecto o un programa. Es insólito que la defensa de la industria en Brasil la llevemos nosotros y no los industriales que son cómplices del programa de especulación financiera que le saca al Estado miles de millones de dólares.
¿Y cuál sería una propuesta de programa?
Desde el movimiento Muda PT, estamos tratando de aprobar en el 6º Congreso Nacional, que será el 3 y 4 de junio en San Pablo, una posición más clara, de izquierda, de mayor compromiso y unidad con los movimientos sindicales, de la CUT y fuera de la CUT, de nitidez programática. Porque el partido con las crisis de corrupción, donde varios dirigentes fueron involucrados, la práctica que tuvieron Lula y Dilma de una gran alianza de gobernabilidad vía Congreso no sólo está agotada sino que es equivocada.