Las banderitas de unos y de otros flamean en la mayoría de los coches. Gazebos aquí y allá. Del Frente o de la Coalición buscando las adhesiones que faltan, o repartiendo papeletas. El sol pega fuerte sobre Montevideo, sobre todo el Uruguay. Los locales partidarios abiertos, vehículos rodando con altavoces, algunos candidatos gastando las últimas recorridas, gambeteando la veda electoral. Llegó el día. Uruguay define su futuro: continuismo de derecha o retorno del progresismo. Aunque muchos análisis desestimen cambios radicales tras el 1 de marzo próximo cuando asuma el nuevo gobierno.

«El domingo tendremos que decidir entre dos proyectos». Lo dijo uno de los candidatos. Lo podría haber dicho también el otro. Son unos 2,4 millones de orientales más el plus del alud que arriba desde el exterior. Un reducido territorio anclado a la vera del Plata que juega su futuro con alto simbolismo para la región. “Estamos rodeados”, sugirió un analista local en las últimas horas, en su columna, al analizar los sempiternos desaguisados de la política argentino y las recurrentes movidas bolsonaristas para desestabilizar a Lula.

Así se vota. El oficialismo: Álvaro Delgado-Valeria Ripoll, por la Concertación Republicana (actualización de la Multicolor que en 2019 llegó a la presidencia a Lacalle Pou). La oposición: Yamandú Orsi-Carolina Cosse, representan al Frente Amplio remozado, que intenta regresar al gobierno como con Tabaré Vázquez (2005-10 y 2015-20) y José Mujica (2010-15). Es el balotaje devenido de la primera vuelta que arrojó un 46,12 % para la izquierda contra el 28,20% de votos blancos, que se suman al 16,8% colorado; 2,6% del Cabildo Abierto y 1,71% del Independiente. La Identidad Soberana (2,83%) funge de árbitro.

Llegan literalmente cabeza a cabeza. Aunque pareciera que en las últimas horas el FA habría tomado unos votos de distancia, pero no se aleja del empate técnico, como lo expresan todas las consultoras. Un sondeo del prestigioso laboratorio de la Universidad de la República ofrece un 49% a 46,1% a favor de Orsi, consolidado tras el debate del domingo; antes era 47,8 a 46,2. Cifra mide 42-40 con alto nivel de indecisión. Nómade refiere a un 48,2% para la izquierda contra un 46,4%, con una salvedad: no habla de indecisos pero sí de un 5,6% de voto blanco o anulado. Claro, cualquier desprendimiento leve desequilibrará la balanza.

Uno y otro candidato cerraron el miércoles una campaña que empezó hace mucho en las internas. Esta vez intercambiaron locaciones: en primera vuelta, el FA metió una conmovedora multitud en el montevideano Parque Batlle y Ordóñez, y ahora se trasladó a Canelones, el feudo de Yamandú, que estuvo acompañado de Carolina Cosse. En realidad en Las Piedras. Todo el FA decidió priorizar el territorio en los últimos tramos de la campaña y  que Orsi hurgara en lo mediático. En su discurso se enfocó en la certidumbre económica y social. «Ser el país de las certezas. La certidumbre implica que vamos a seguir invirtiendo para crecer, pero también generaremos más puestos de trabajo, garantizando que los salarios y las jubilaciones rindan». También recorrió el pasado (los 15 años de gobierno del FA) y refutó a quienes lo acusan, de antemano, de querer aumentar los impuestos.

La Coalición esta vez se congregó en la capital, con los ejes puestos en «continuidad y estabilidad», rescatando al actual gobierno. No se metió en la cuestión inseguridad que tanto le achacan. Sí en realzar la obra pública y en un tema controversial: «Los jubilados pueden seguir trabajando gracias a la reforma previsional». Advirtió que está lista para gobernar y rescató los acuerdos que llevaron a reeditar la alianza gobernante. «Buscar acuerdos es más importante que obtener mayorías. Si el Frente no quiere cooperar, gobernaremos igual», aseguró.

En realidad, sin decirlo explícitamente, se insertó en una problemática que preocupa a sus agrupaciones: en primera vuelta, el Frente logró mayoría propia en el Senado y quedó a un paso en la Cámara de Representantes. Delgado apuntó a ese aspecto cuando en las últimas horas mandó un mensaje: si resulta electo, el lunes va a «invitar a Orsi a tomar unos mates y empezar a hablar de cosas». Horas antes lo había comparado con Alberto Fernández (ver aparte).

Aunque rápidamente se llamó a incursionar sobre otros temas: en su búnker, visitado en varias oportunidades por personajes relacionados con el macrismo, no obstante tiene muy claro que la sociedad uruguaya se crispa especialmente con cualquier comparación con la vertiginosa (por calificarla con amabilidad) actualidad política y social argentina. Así como no prendió la ultraderecha, así como no cayó bien cuando un periodista español cercano a Vox y a Milei trató de empiojar la campaña del FA, así se alejan de escándalos en campaña: estos últimos trayectos previos al voto, se desarrollaron entre suaves controversias que no llegaron a agitar las aguas. Los más grandes añoran las pasionales campañas de hace algunos lustros, como los ardientes cruces políticos entre las diferentes fuerzas. El debate televisivo fue el domingo pasado y, tal vez, movió la aguja de los indecisos, pero se gestó en medio de un elevado respeto.

Así se llega a la definición. Promete ser prolongada. Tal vez recién en la madrugada del lunes se conozca una tendencia definitiva. El aluvión frenteamplista se contará en Montevideo, Canelones, y algo menos, en otros distritos como Salto. La preminencia de la derecha en los otros 16 departamentos equilibrará la balanza. ¿Para qué lado se inclinará finalmente? ¿Uruguay volverá la izquierda o al continuismo? «

Perfiles de los candidatos

Frente Amplio

Yamandú Ramón Antonio Orsi. Santa Rosa, Canelones, 13/6/1967, dos hijos, docente de Historia y Político, pertenece al MPP del Frente Amplio. exintendente de Canelones (2015-2024). “Las instituciones han sido muy vulneradas y golpeadas. Hay tiempo de dar un golpe de timón”.
Vice: Ana Carolina Cosse Garrido. Montevideo, 25/12/1961. Ingeniera eléctrica. Exintendenta de Montevideo, senadora, ministra de Energía, directora de Antel. «Nunca hubo puentes hacia el futuro cuando nos gobernaron los conservadores».

Coalición Republicana

Álvaro Luis Delgado Ceretta. Montevideo, 11/3/1969, casado, tres hijos, veterinario y político. Exsenador y mano derecha de Luis Lacalle Pou; fue su secretario de la presidencia en el actual mandato. «Soy el candidato de la continuidad, no del continuismo».
Vice: Shirley Valeria Ripoll Fraga, Montevideo, 13/10/1982, casada, tres hijos, panelista de TV y exfuncionaria, sindicalista. Exafiliada al Partido Comunista (2010) y actual del Partido Nacional (2023). «No vine a la política por un cargo y creo que quedó claro».

Lacalle Pou senador

La participación en campaña del presidente Luis Lacalle Pou fue escasa. Se dijo que su objetivo es regresar a la presidencia en 2030. Para ello intentó ser electo senador; iba cuarto en la lista Aire Fresco y sólo ingresaron tres. En estas horas creció el rumor que uno renunciaría para darle lugar. «Veremos cómo sale el balotaje», respondieron en el partido Blanco.

«La marea frenteamplista»

Se trata de uno de esos fantásticos nosotros cotidianos que hacen añicos el individualismo
“Cumpa, Uruguay nos puede dar esa alegría que tanto necesitamos”. Un argento acompañó al yorugua hasta la aduana tras el puente Libertador que une Gualeguaychú con Fray Bentos. Bien pudo haber pasado en el Artigas de Colón-Paysandú. El abrazo humedecido por la emoción. La de miles y miles que cruzaron la frontera, que regresaron a su tierra, al menos por unas horas, para ir a votar. La enorme mayoría reconoce su adhesión al Frente; también se advierten carteles de la Coalición.
La fila se fue generando hace algunas horas y este sábado se convirtió en una procesión. Igual que en las rutas de ingreso: la 2 que cruza por Mercedes, la 24 desde Paysandú, la 3 que baja por San José, la 1 que une Colonia-Montevideo. Llegan desde afuera a todo el país. Por tierra (autos y buses), por aire y por mar. Por Buquebus arribaron miles y miles, con un fuerte descuento. Fueron atendidos uno por uno por Lilian Alfaro y Alejandro Bobbio. Ellas se entusiasmaron advirtiendo que habría «una marea frenteamplista».
Cada arribo al puerto de Montevideo se convertía en una foto de alegría y emoción. Los que llegan, los que reciben. Familias enteras envueltas en las banderas. Un setentón que apenas puede caminar, la enarbola con su bastón, como si fuera un mástil. Un muchachito con la camiseta de Peñarol, lagrimea porque va a votar por primera vez, de la mano de su abuela. «Uruguayos, uruguayos, dónde fueron a parar…», parece cantar Ross. Al anochecer, empezará el melancólico camino de regreso. Y tal vez contradigan aquello de «ir bajando la cuesta, que arriba, en mi calle, se acabó la fiesta…»