La oposición de Lula a la membresía de Venezuela en los BRICS es un tema controvertido que ha generado debate en la comunidad internacional.
La inclusión de Venezuela en los BRICS podría fortalecer la posición geopolítica del bloque en el escenario energético mundial. Con Venezuela, los BRICS controlarían el 26,2% de las reservas mundiales de petróleo, lo que les daría una influencia significativa en el mercado energético global.
Además, la membresía de Venezuela podría contribuir a la diversificación económica y política de los BRICS, permitiéndoles abordar desafíos globales de manera más efectiva.
La decisión de Lula de bloquear la integración venezolana ha sido considerada una «puñalada en la espalda» a un presidente amigo y un negativo antecedente en la geopolítica latinoamericana.
Las políticas exteriores de los gobiernos presumiblemente progresistas en muchas oportunidades juegan al servicio del imperio.
La cumbre reciente de los BRICS en Kazán demostró ser un éxito diplomático para Rusia, contrariamente a las expectativas de aislamiento del país.
Las propuestas de un mundo multipolar y multicéntrico han dado un paso histórico. Mientras Lula llevará en su pesada mochila la traición a un país hermano.