El gobierno ruso anunció este miércoles una movilización parcial de reservistas para proteger territorios ocupados por el Ejército ruso en Ucrania que se preparan a celebrar referendos para ser incorporados a Rusia.
En un breve discurso, Putin, además, advirtió a Occidente que no fingía sobre su determinación a usar todos los medios a su alcance para proteger el territorio de Rusia, en lo que pareció una velada amenaza de usar el arsenal nuclear ruso.
Ucrania y los países que más armas le suministran, Estados Unidos y el Reino Unido, dijeron que el anuncio de Putin reflejaba que Rusia está perdiendo la guerra luego de siete de meses de combates desde el inicio de su invasión del territorio ucraniano.
La afirmación parece difícil de sostener incluso luego de recientes repliegues rusos en Ucrania que permitieron a Kiev recuperar porciones de territorio, puesto que el Ejército ruso ha capturado total o parcialmente cuatro provincias clave del este y sur de Ucrania.
Autoridades instaladas por Moscú en esas provincias anunciaron este martes la celebración de referendos de incorporación a Rusia que prefiguran una reconfiguración de facto de las fronteras y una fuerte militarización de la línea de contacto dentro de Ucrania.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, dijo que la orden atañía a unos 300.000 reservistas con experiencia en combates, es decir, apenas el 1% de las 25 millones de personas que, según él, entran en esa categoría.
Shoigu dijo que la línea de contacto entre las fuerzas rusas y ucranianas dentro de Ucrania tiene más de 1.000 kilómetros de longitud y que la movilización servirá para «reforzar» la presencia militar y proteger los territorios ocupados por el Ejército ruso.
«Es natural que esta línea sea reforzada y que los territorios (en poder de Rusia) sean controlados. Por supuesto, este es el propósito de este trabajo», dijo Shoigu, informó la cadena de noticias rusa RT.
La orden es efectiva desde este miércoles, dijo el presidente ruso.
El decreto correspondiente, publicado por el Kremlin, incluye una cláusula que impide a la mayoría de los soldados profesionales poner fin a sus contratos y dejar el Ejército hasta que ya no rija la orden de movilización.
El anuncio de Putin llegó en medio de la reunión anual de líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU, donde la ofensiva rusa en Ucrania ha sido el centro de fuertes críticas internacionales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tiene previsto dar este miércoles su discurso ante la Asamblea General de la ONU, un mensaje ya grabado que será transmitido mientras él permanece en Ucrania.
Putin no viajó a Nueva York, donde la ONU tiene su sede, para el evento, algo que no hace desde 2015.
En su discurso, Putin acusó a Occidente de participar en un «chantaje nuclear» y señaló «declaraciones de algunos representantes de alto rango de los principales estados de la OTAN sobre la posibilidad de utilizar armas nucleares de destrucción masiva contra Rusia».
«A quienes se permiten tales declaraciones respecto a Rusia, quiero recordarles que nuestro país también cuenta con diversos medios de destrucción, y por componentes separados y más modernos que los de los países de la OTAN y cuando la integridad territorial de nuestro país está amenazada, para proteger a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda utilizaremos todos los medios a nuestra disposición», dijo.
Francisco denunció las «salvajadas y monstruosidades» de la guerra
El papa Francisco denunció este miércoles las «salvajadas y monstruosidades» de la guerra en Ucrania, al recordar el relato que le hizo uno de los cardenales que envió a ayudar al pueblo ucraniano bajo invasión rusa desde el 24 de febrero.
El Papa contó que el cardenal polaco Konrad Krajewski, titular del Dicasterio para la Caridad de la Santa Sede, le narró «el dolor» del pueblo ucraniano desde la sureña provincia ucraniana de Odesa, donde estuvo repartiendo asistencia.
«Quisiera hacer presente una terrible situación de la martirizada Ucrania. El cardenal Krajewski fue por cuarta vez y ayer me llamó, está ayudando en la zona de Odesa y cercanía y me contó el dolor de este pueblo», dijo.
Según Francisco, el cardenal, cuyo auto fue atacado a tiros la semana pasada, le narró «las salvajadas, las monstruosidades, los cadáveres torturados que encuentran» en la zona.
«Unámonos a este pueblo tan noble y mártir», convocó el Pontífice.
«No hay palabras, no hay lágrimas», planteó el miércoles Krajewski a la prensa vaticana desde Ucrania al describir la situación que encontró al recorrer ciudades azotadas por ataques de Rusia.
A fines de la semana pasada, el cardenal polaco fue alcanzado por los disparos, resultando ileso, mientras entregaba ayuda en la sureña provincia de Zaporiyia junto con otros dos obispos, uno católico y otro protestante, acompañado por un soldado ucraniano.
«Por primera vez en mi vida no sabía a dónde correr… porque no basta con correr, hay que saber dónde», reconoció el purpurado.
Fuentes vaticanas dijeron a Télam que el cardenal regresará hoy a Roma desde Kiev.
Durante la audiencia, en la que se dedicó a recordar el viaje que hizo la semana pasada a Kazajistán, Francisco destacó la decisión del Gobierno del país asiático de desmantelar el arsenal nuclear que había heredado de la Unión Soviética y pidió que no se usen en el marco de la guerra en Ucrania.
«En un momento en el que esta trágica guerra nos lleva a que algunos piensen en las armas nucleares, esa locura, este país ya está diciendo no a las armas nucleares”, resaltó el Pontífice.