El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió este miércoles en el Consejo de Legisladores celebrado en San Petersburgo que cualquier intervención externa a la invasión lanzada por Rusia en Ucrania recibirá una «respuesta fulminante», y aseguró que su país resistirá a las sanciones económicas.
«Si alguien tiene la intención de intervenir desde el exterior en los actuales acontecimientos (de Ucrania), creando inaceptables amenazas de carácter estratégico para nosotros, debe saber que nuestra respuesta (…) será fulminante», dijo Putin ante el Parlamento ruso, informó la agencia de noticias rusa Interfax.
El Gobierno ruso, añadió, no vacilará en recurrir a su más moderno armamento. Putin agregó que Rusia tiene «todas las herramientas» para responder. «Disponemos de las herramientas para ello, de las que nadie más puede alardear. Nosotros no haremos alardes, pero las usaremos, en caso de necesidad. Y quiero que todos lo sepan», prosiguió. «Ya hemos adoptado todas las decisiones al respecto», subrayó.
Putin destacó en varias ocasiones la modernización del armamento ruso, con arsenales de misiles hipersónicos o con el misil balístico intercontinental Sarmat, que fue ensayado con éxito a inicios de mes.
El mandatario insistió en que los objetivos de la «operación militar especial (nombre con el que el Kremlin llama a la invasión) se cumplirán incondicionalmente» e hizo hincapié en que se busca «garantizar la seguridad de los residentes de Donetsk, Lugansk, la Crimea rusa y toda Rusia en la perspectiva histórica», informó la agencia de noticias Europa Press.
Además, Putin volvió a asegurar que la invasión rusa evitó «un peligro real que ya se cernía» sobre Rusia.
«Con coraje, determinación y heroísmo se ha impedido un conflicto a gran escala que se habría desarrollado en nuestro territorio», afirmó.
En cuanto a las sanciones impuestas por los países aliados en represalia a la invasión, el presidente ruso indicó que el intento de «estrangular económicamente» a Rusia «ha fracasado».
El mandatario explicó ante el Consejo de Legisladores que cuando se creó el Estado independiente de Ucrania, Moscú esperaba que fuera un país amistoso con el que Rusia pudiera estrechar la cooperación.
Sin embargo -afirmó- fueron los enemigos de Rusia los que apostaron al sentimiento antirruso y al neonazismo y «convertían al país vecino de Ucrania en ‘anti-Rusia'».
El líder ruso expresó su convicción de que Ucrania resultó empujada a una confrontación directa con Rusia, un hecho que catalogó como «idea cínica» de Occidente.