Los mandatarios de Rusia, Turquía e Irán prometieron este martes seguir cooperando para «eliminar terroristas» en Siria y «hacer avanzar» un acuerdo para la exportación de trigo y maíz en Ucrania, después de que sus respectivos presidentes se reunieran en Teherán.
Las tres naciones «reafirmaron la determinación de continuar con su cooperación actual con el fin de eliminar a los individuos, grupos, proyectos y entidades terroristas, y garantizar la protección de los civiles de acuerdo con el derecho internacional humanitario», en un comunicado.
También expresaron «su oposición a la incautación y transferencia ilegal de los ingresos del petróleo que deberían pertenecer a Siria», así como a los intentos de crear «nuevas realidades sobre el terreno con el pretexto de combatir el terrorismo, incluidas las ilegítimas iniciativas de autogobierno y las agendas separatistas».
Las conversaciones que mantuvo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Teherán, con sus homólogos de Irán, Ebrahim Raisi, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, estuvieron centradas en el conflicto en Siria pero también en la guerra de Ucrania y su impacto en la economía mundial.
En su segundo viaje al exterior desde que Rusia invadió a Ucrania, Putin habló con sus colegas acerca de un plan de la ONU para desbloquear la salida de cereales ucranianos.
«La reunión fue útil y muy instructiva, discutimos sobre puntos clave de nuestra coordinación con respecto a Siria», dijo Putin tras la reunión, en un discurso difundido por la televisión rusa, e invitó a sus pares a visitar Rusia «antes de fin de año» para seguir abordando la cuestión.
También afirmó que las siguientes consultas sobre Siria, con el mismo modelo llamado «de Astaná» -que lanzaron los tres países en 2017 y cuyo objetivo oficial es llevar la paz a Siria- probablemente se organicen «antes de fin de año».
Putin dijo que habló con Erdogan sobre la cuestión de la exportación de granos de Ucrania pero no dio detalles de cómo avanzaron las discusiones en ese sentido.
Erdogan estuvo mediando entre Rusia y Occidente para destrabar las exportaciones de granos en los puertos ucranianos a través del mar Negro, bloqueadas por el conflicto en Ucrania originado por la invasión rusa de febrero pasado.
Además, Turquía se mantuvo al margen de las sanciones contra el Kremlin, pese a que como miembro de la OTAN se enfrentó a Rusia en varios conflictos armados y le vendió drones a las fuerzas ucranianas.
En un contacto bilateral, Putin agradeció a Erdogan por su mediación para «hacer avanzar» un acuerdo sobre el trigo y el maíz de Ucrania
«Es verdad que todavía no se solucionaron todas las cuestiones, pero hay movimientos, y eso es algo bueno», dijo el presidente ruso, según la agencia Sputnik.
Erdogan elogió lo que describió como «un enfoque muy, muy positivo» de Rusia durante las conversaciones celebradas con Ucrania y Turquía la semana pasada en Estambul, que culminaron con un anuncio de la ONU de un principio de acuerdo sobre su plan.
El Ministerio de Defensa ruso dijo la semana pasada que pronto estaría listo un «documento final» para desbloquear las exportaciones de granos desde Ucrania.
El acuerdo permitiría la salida por el mar Negro de unos 20 millones de toneladas de granos bloqueados en los puertos ucranianos.
El bloqueo de los cereales ucranianos disparó los precios de productos básicos vitales como el trigo y la cebada, y generó temor a una crisis alimentaria global.
Por otra parte, Putin subrayó que Moscú y Teherán «reforzaron su cooperación en seguridad internacional y contribuyeron de manera significativa al acuerdo de Siria» para pacificar el país tras la década de guerra entre el gobierno y grupos rebeldes islamistas.
En tanto, Raisi dijo estar confiado en que la visita de Putin ayudará a expandir la cooperación bilateral en cuestiones regionales y mundiales, según la agencia iraní IRNA.
Antes de la visita de Putin, la compañía nacional de petróleo iraní y la rusa Gazprom firmaron un acuerdo para «analizar posibilidades de colaboración» en diferentes áreas como el desarrollo de campos iraníes de gas y crudo «por valor de 40.000 millones de dólares».
Putin se reunió también con el líder supremo iraní ayatollah Ali Jamenei, quien habló de reforzar la cooperación y además le advirtió de «los engaños de Occidente».
Rusia, Turquía e Irán son actores principales en la guerra que asoló a Siria desde 2011.
Moscú y Teherán apoyan al gobierno de Bashar al Assad. Turquía apoya a rebeldes y, sobre todo, combate a milicias kurdas de Siria a las que ve como enemigas.
Asimismo, Erdogan fue recibido por Raisi en el Palacio de Saadabad y luego se reunió con Jamenei, quien le advirtió que una ofensiva turca en Siria sería «perjudicial» para la región, según un comunicado oficial.
Irán y Turquía firmaron una serie de acuerdos preliminares que cubren inversiones, diplomacia, medios y negocios, entre otros campos, y se comprometieron a triplicar el comercio bilateral.
Para Raisi, la visita de Erdogan es un “punto de inflexión” en sus relaciones.
El presidente turco, por su parte, pidió solidaridad en la lucha contra las milicias kurdas.
“Son molestias que perturban la tranquilidad de los países donde están presentes”, aseguró Erdogan.
Turquía plantea crear una «zona de seguridad» de 30 kilómetros en la frontera, y espera recibir el visto bueno de Irán y Rusia para lanzar una ofensiva en el norte de Siria contra milicias kurdas.
El ejército turco, presente en zonas del norte del territorio sirio fronterizo con Turquía, lanzó entre 2016 y 2019 tres grandes operaciones en Siria contra milicias kurdas y ahora quiere lanzar otra.