Londres, Reino Unido
La histórica institución financiera británica Lloyd’s of London, un mercado de seguros que nació en un café de la City en el siglo XVII, abrirá una filial en Bruselas por la salida del Reino Unido de la UE.
Esta decisión poderosamente simbólica se anunció tan solo un día después de que la primera ministra británica Theresa May iniciara el proceso de divorcio de la Unión Europea.
Empiezan ahora dos años de negociaciones que determinarán si el sector financiero británico conserva o no la licencia para operar en el resto del mercado europeo.
«Dada la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea, abriremos una filial en Bruselas con el objetivo de que esté operativa el 1 de enero de 2019», fecha en que debería haberse concretado la salida, dijo la sociedad en un comunicado.
El Lloyd’s no es una compañía de seguros, si no un mercado de seguros que reúne a negocios independientes.
Su nombre procede del café londinense donde empezó a funcionar a finales del siglo XVII, propiedad de Edward Lloyd. Frecuentado por marinos y armadores, Lloyd’s era el lugar para contratar seguros a embarcaciones y cargamentos, en pleno auge del comercio colonial.
Con su traslado a Bruselas, «la compañía podrá suscribir riesgos procedentes de los 27 países de la Unión Europea y de los tres Estados miembros del Espacio Económico Europeo después de la salida del Reino Unido de la UE».
Aunque no especificó el número de empleos afectados, según la agencia británica Press Association, un centenar de personas que trabajan en Londres serán trasladadas a Bruselas.
Lloyd’s of London cuenta con unos mil empleados, muchos menos que los grandes bancos británicos, pero su peso en el sector financiero es importante porque actúa como mercado de seguros.
«Bruselas reúne los elementos clave para proveer un sólido marco regulatorio en una ubicación central en Europa», dijo la directora general de Lloyds, Inga Beale, que también había estudiado instalarse en Dublín o Luxemburgo.
La pregunta ahora es cuántos bancos y compañías de seguros seguirán el ejemplo de Lloyd’s, trasladando parcial o totalmente sus actividades al resto de Europa.
«Es sólo el principio», advirtió Naeem Aslam, analista de Think Markets.
El sector financiero, preponderante dentro de la economía británica, emplea a 2,2 millones de personas en todo el país, un tercio de ellos en Londres.
El diario Wall Street Journal informó recientemente que el banco estadounidense JPMorgan despachó a 75 expertos a evaluar ocho ciudades europeas, candidatas a un traslado. De sus 16.000 empleados en el Reino Unido, el banco podría llevarse hasta 4.000.
HSBC, otra institución británica asociada al imperio (fue fundada por un escocés en el siglo XIX en la entonces colonia de Hong Kong) ya anunció que trasladará mil empleos a París, y el banco suizo UBS una cantidad similar.